Monday, June 20, 2005

Hackers y transhumanismo

Cómo convertirse en hacker
Eric Steven Raymond
Thyrsus Enterprises
<esr@thyrsus.com>
Copyright © 2001 Eric S. Raymond
Traducción: Miquel Vidal <miquel@sindominio.net>, a partir de una versión previa realizada por César Ballardini.
Tabla de Contenidos
¿Por qué existe este documento?
¿Qué es un hacker?
La actitud del hacker
1. El mundo está lleno de problemas fascinantes que esperan ser resueltos
2. Ningún problema tendría que resolverse dos veces
3. El aburrimiento y el trabajo rutinario son perniciosos
4. La libertad es buena
5. La actitud no es sustituto para la competencia
Habilidades básicas para el hacking
1. Aprende a programar
2. Consigue uno de los Unices libres; aprende a usarlo y a ponerlo en funcionamiento
3. Aprende a usar la Web y a programar en HTML
4. Si no tienes un inglés funcional, apréndelo
Estatus en la cultura hacker
1. Programar software libre
2. Ayudar a probar y depurar software libre
3. Publicar informacion útil
4. Ayudar a mantener en funcionamiento la infraestructura
5. Hacer algo por la cultura hacker en sí misma
La conexión hacker/nerd
Cuestiones de estilo
Otras fuentes de información
Preguntas Frecuentes
¿Por qué existe este documento?
Como editor del Jargon File (el "Archivo de la jerga hacker") y autor de algunos documentos bien conocidos del mismo tipo, a menudo recibo emails de entusiastas novatos de la Red preguntando: "¿Cómo puedo aprender a ser un hacker mágico?" Triste es decir que no parece haber ninguna FAQ ni documento web que aborde este tema vital, así que aquí va el mío.
Si estás leyendo este documento sin conexión, la version original en línea la puedes encontrar en http://www.catb.org/~esr/faqs/hacker-howto.html.
Nota: hay una lista de Preguntas Frecuentes al final de este documento. Por favor léelo —2 veces— antes de mandarme un email con preguntas acerca de este documento.
Hay disponibles numerosas traducciones de este documento: búlgaro, catalán, chino (simplificado), chino (tradicional), danés, neerlandés, francés, alemán, hebreo, húngaro, indonesio, italiano japonés, coreano, portugués (brasileño), portugués (europeo), ruso, y sueco. Ten en cuenta que, como el contenido de este documento cambia ocasionalmente, dichas traducciones pueden estar desactualizadas en grado diverso.
¿Qué es un hacker?
El Jargon File contiene un montón de definiciones del termino "hacker", la mayoría basadas en la afición a lo técnico y en el placer de resolver problemas sobrepasando los límites. Si deseas saber cómo convertirte en un hacker, bien, solo 2 puntos son realmente relevantes.
Existe una comunidad, una cultura compartida, de programadores expertos y magos de las redes, cuya historia se remonta décadas atrás a los tiempos de los primeros miniordenadores de tiempo compartido y los tempranos experimentos con ARPAnet. Los miembros de esta cultura crearon el término "hacker". Los hackers construyeron Internet. Los hackers hicieron de Unix el sistema operativo que es hoy día. Los hackers hacen andar Usenet. Los hackers hacen funcionar la WWW. Si eres parte de esta cultura, si has contribuido a ella y otras personas saben quién eres y te llaman hacker, entonces eres un hacker.
Los mentalidad hacker no está confinada a esta cultura del software. Hay gente que aplica la actitud de hacker a otras cosas, como la electrónica o la música —de hecho, puedes encontrarla en los más altos niveles de cualquier ciencia o arte. Los hackers de software reconocen estos espíritus emparentados en otras partes y pueden llamarlos "hackers" también— y algunos sostienen que la naturaleza hacker es en realidad independiente del medio particular en el cual el hacker trabaja. Sin embargo, en el resto de este documento nos centraremos en las habilidades y actitudes de los hackers de software, y en las tradiciones de la cultura compartida que originó el término "hacker".
Existe otro grupo de personas que se llaman a sí mismos hackers, pero que no lo son. Son personas (generalmente varones adolescentes) que se divierten irrumpiendo ilegalmente en ordenadores y haciendo "phreaking" en el sistema teléfonico. Los auténticos hackers tienen un nombre para esas personas: "crackers", y no quieren saber nada de ellos. Los auténticos hackers opinan que la mayoría de los crackers son perezosos, irresponsables y no muy brillantes, y fundamentan su crítica en que ser capaz de romper la seguridad no le hace a uno un hacker, de la misma manera que ser capaz de arrancar un coche con un puente en la llave no le convierte en ingeniero de automotores. Desafortunadamente, muchos periodistas y escritores utilizan erróneamente la palabra "hacker" para describir a los crackers; esto causa enorme irritación a los auténticos hackers.
La diferencia básica es esta: los hackers construyen cosas; los crackers las destruyen.
Si quieres ser un hacker, continúa leyendo. Si lo que quieres es ser un cracker, ve directo a leer el alt.2600 y prepárate para soportar la dura realidad cuando descubras que no eres tan listo como crees. Y eso es todo lo que voy a decir de los crackers.
La actitud del hacker
Los hackers resuelven problemas y construyen cosas, y creen en la libertad y la ayuda voluntaria mutua. Para ser aceptado como hacker, deberás comportarte como si tuvieras esta actitud en tu interior. Y para comportarte como si tuvieras esta actitud, deberás creerte de verdad dicha actitud.
Pero si piensas en cultivar las actitudes de hacker solo como una forma de ganar aceptación en esta cultura, te estás equivocando. Transformarse en la clase de persona que cree estas cosas es importante para ti —para ayudarte a aprender y mantenerte motivado. Como en todas las artes creativas, el modo más efectivo de transformarse en un maestro es imitar la mentalidad de los maestros —no sólo intelectualmente, sino también emocionalmente.
O como dice el siguiente poema zen moderno:
Para seguir la trayectoria:mira al maestro,sigue al maestro,camina junto con el maestro,mira a través del maestro,conviértete en el maestro.
Así que, si quieres ser un hacker, repite lo que sigue hasta que te creas lo que estás diciendo:
1. El mundo está lleno de problemas fascinantes que esperan ser resueltos
Es muy divertido ser un hacker, pero es la clase de diversión que requiere mucho esfuerzo. El esfuerzo requiere motivación. Los atletas triunfadores obtienen su motivación a partir de un tipo de placer físico que surge de trabajar su cuerpo, al forzarse a sí mismos más allá de sus propios límites físicos. De manera similar, para ser un hacker deberás sentir un estremecimiento de tipo primitivo cuando resuelves problemas, afinas tus habilidades y ejercitas tu inteligencia.
Si no eres la clase de persona que te sientes inclinado hacia estas cosas de forma natural, necesitarás poder experimentarlas para llegar a ser un hacker. De no ser así, encontrarás que tu energía para "hackear" se verá agotada por otras distracciones como el sexo, el dinero o la aprobación social.
(Además deberás desarrollar cierta clase de fe en tu propia capacidad de aprendizaje —la creencia de que, aun cuando puedes no saber todo lo que necesitas para resolver un problema, si tomas una parte de él y aprendes desde allí, aprenderás lo suficiente para resolver la siguiente parte, y así, hasta que lo tengas resuelto por completo.)
2. Ningún problema tendría que resolverse dos veces
Los cerebros creativos son un recurso valioso y limitado. No deben desperdiciarse reinventando la rueda cuando hay tantos y tan fascinantes problemas nuevos esperando por allí.
Para comportarte como un hacker, debes creer que el tiempo para pensar que emplean otros hackers es precioso —tanto, que es casi una obligación moral para ti el compartir la información, resolver los problemas y luego exponer la solución de manera que los otros hackers puedan resolver nuevos problemas, en lugar de enfrentarse perpetuamente con los viejos.
(No tienes que pensar que estás obligado a regalar todo tu producto creativo, aunque aquellos hackers que lo hacen son los que obtienen más respeto por parte de los demás hackers. Es consistente con los valores de un hacker venderse lo suficiente para pagar la comida, el alquiler y los ordenadores. También está bien la utilización de estas habilidades de hacker para sostener a la familia, o incluso hacerse rico, siempre que no olvides la lealtad a tu arte y a tus colegas hackers mientras lo haces.)
3. El aburrimiento y el trabajo rutinario son perniciosos
Los hackers (y las personas creativas en general) nunca debieran ser sometidas a trabajos estupidamente repetitivos, porque cuando esto sucede significa que no están haciendo lo único que son capaces de hacer: resolver nuevos problemas. Este desperdicio de talento daña a todo el mundo. Por ello, las tareas rutinarias, repetitivas y aburridas no sólo son desagradables, sino intrínsecamente perversas.
Para comportarte como un hacker, debes creer en esto lo suficiente como para automatizar las tareas rutinarias todo lo que se pueda, no solamente por ti mismo, sino para beneficio de todos los demás (especialmente otros hackers).
(Existe una aparente excepción a esta regla. Los hackers hacen cosas a veces que pueden parecer repetitivas o aburridas a un observador, pero son un ejercicio para lograr claridad mental o para adquirir cierta habilidad u obtener cierta clase de experiencia que no podría conseguirse de otro modo. Pero esto es una elección —ningún ser pensante debiera nunca ser forzado a una situación que les aburra.)
4. La libertad es buena
Los hackers son antiautoritarios por naturaleza. Cualquiera que pueda darte órdenes, puede obligarte a dejar de resolver ese problema que te está fascinando —y, dada la manera como trabajan las mentes autoritarias, encontrarán alguna razón espantosamente estúpida para hacerlo. Por eso, la actitud autoritaria debe ser combatida donde sea que se la encuentre, pues si se la deja te asfixiará, tanto a ti como a otros hackers.
(Esto no es lo mismo que combatir toda autoridad. Los niños necesitan guía, y los criminales, restricciones. Un hacker puede estar de acuerdo en aceptar algún tipo de autoridad para poder obtener algo que desea más que el tiempo que gasta en seguir órdenes. Pero este es un pacto limitado, consciente; la clase de sumisión que desean los autoritarios no está en oferta.)
Los autoritarios prosperan en la censura y el secreto. Y desconfían de la cooperación voluntaria y del intercambio de información —sólo les agrada la cooperación que tienen bajo su control. Así que, para comportarte como un hacker, deberás desarrollar una hostilidad instintiva hacia la censura, el secreto y la utilización de la fuerza o el fraude para someter a adultos responsables. Y deberás estar preparado para actuar en consencuencia.
5. La actitud no es sustituto para la competencia
Para ser un hacker, deberás desarrollar algunas de esas actitudes. Pero tener solo la actitud no te transformará en hacker, como tampoco te puede transformar en un atleta campeón o en estrella del rock. Para transformarte en hacker necesitarás inteligencia, práctica, dedicación y trabajo duro.
Por lo tanto, debes aprender a desconfiar de la actitud y respetar la competencia en todas sus formas. A ningún hacker le gusta perder el tiempo con quienes adoptan la pose de hacker, sino que veneran la competencia —especialmente la competencia al hackear, pero la competencia en cualquier ámbito está bien. Especialmente buena es la competencia en habilidades exigentes que poca gente domina, y la mejor es la competencia en habilidades exigentes que requieren agudeza mental, destreza y concentración.
Si respetas la competencia, disfrutarás desarrollándola en ti mismo —el trabajo duro y la dedicación se transformarán en una especie de juego intenso, y no una rutina. Esa actitud es vital para transformarse en hacker.
Habilidades básicas para el hacking
La actitud hacker es vital, pero más aún lo son las habilidades. La actitud no es sustituto para la competencia, y existe un cierto conjunto de herramientas básicas que debes dominar antes que cualquier hacker sueñe con llamarse así.
Este conjunto de herramientas cambia lentamente a lo largo del tiempo a medida que la tecnología crea nuevas habilidades y descarta otras por obsoletas. Por ejemplo, se incluía la programación en lenguaje máquina, y no se hablaba de HTML hasta hace poco. Pero hacia finales de 1996, está claro que se debe incluir lo siguiente:
1. Aprende a programar
Esta es, por supuesto, la habilidad fundamental del hacker. Si no conoces ningún lenguaje de programacion, recomiendo empezar con Python. Es limpio, bien documentado, y relativamente fácil para novatos. A pesar de ser un buen primer lenguaje, no es un juguete; es muy poderoso, flexible y se adapta bien a grandes proyectos. He escrito un detallado análisis de Python. Hay disponibles buenos tutoriales en el sitio web de Python.
Java es tambien un buen lenguaje para iniciarse en la programación. Es más difícil que Python, pero produce código más rápido que Python. Creo que es un buen segundo lenguaje para aprender.
Pero no creas que podrás ser un hacker, siquiera un programador, si solo conoces un único lenguaje —debes aprender cómo pensar en los problemas de programación de una manera general, independiente de cualquier lenguaje. Para ser un hacker de verdad, precisas llegar al punto en el cual aprendas un lenguaje nuevo en días, relacionando lo que está en el manual con lo que ya sabe de antes. Esto significa que debes aprender varios lenguajes muy diferentes entre sí.
Si deseas meterte seriamente en programación, tendrás que aprender C, la base de Unix. C++ es muy parecido a C; si conoces uno, aprender el otro no te resultará difícil. Sin embargo, ninguno de ellos es bueno para aprender a programar. Y hoy día, cuanto más puedas evitar programar en C, mas productivo serás.
C es muy eficiente, y trabaja bien con los recursos de las maquinas. Desafortunadamente, C obtiene su eficiencia a base de mucho manejo a bajo nivel de los recursos (como la memoria) a mano. Todo esa programación a bajo nivel es muy compleja y propensa a errores, y tendrás que dedicar gran cantidad de tiempo a la depuración de los programas. Con las máquinas de hoy, tan poderosas, esto ya no es tan necesario —es más inteligente usar un lenguaje que use el tiempo de máquina menos eficientemente, pero en cambio use tu tiempo más eficientemente. O sea, Python.
Otros lenguajes de particular importancia para los hackers son Perl y LISP. Perl vale la pena aprenderlo por razones prácticas: es amplísimamente usado por páginas web dinámicas y por sistemas de administración, así que incluso si nunca has escrito en Perl, deberías aprender a leerlo. Mucha gente usa Perl en la forma que yo sugiero usar Python, para evitar la programacion en C en trabajos que no requieran la eficiencia de C. Necesitarás ser capaz de entenderlo.
Vale la pena aprender LISP por una razón diferente — La profunda e iluminadora experiencia que obtendrás cuando finalmente lo logres te hará ser mejor programador el resto de tus días, incluso si no usas LISP mucho. (Puedes obtener fácilmente algo de primera experiencia con LISP escribiendo y modificando los modos de edición del editor Emacs.)
Lo mejor hoy día es aprender estos cinco (Python, Java, C/C++, Perl y LISP). Además de ser estos lenguajes los mas importantes en el hacking, representan muy diversas formas de aproximarse a la programación, y cada uno te educará de diferentes maneras.
No puedo dar instrucciones completas en este documento de cómo puedes aprender a programar —es una habilidad compleja. Pero puedo adelantarte que los libros y los cursos no servirán (muchos, tal vez la mayoría de los mejores hackers, son autodidactas). Puedes aprender las características de los lenguajes —partes de conocimiento— de libros, pero el verdadero conocimiento lo adquieres en la vida real aplicando lo que ya sabes. Lo que sí servirá es a) leer código y b) escribir código.
El aprendizaje de la programación es como aprender a escribir bien en lenguaje natural. La mejor manera de aprender es leer algo de las cosas escritas por los maestros del estilo, luego escribir algunas cosas tú mismo, leer mucho más, escribir un poco más... y repetir esto hasta que lo que escribes empieza a mostrar la clase de fuerza y economía que aprecias en tus modelos.
Antes era difícil encontrar código de buena calidad para leer, porque había pocos programas de cierta magnitud disponibles en código fuente de tal manera que los hackers noveles pudieran meterles mano. Esta situación ha cambiado drásticamente: software de fuente abierta, herramientas de programación libres y sistemas operativos libres (todo ello hecho por hackers) están ampliamente disponibles en la actualidad. Lo que me lleva elegantemente a nuestro siguiente tema...
2. Consigue uno de los Unices libres; aprende a usarlo y a ponerlo en funcionamiento
Asumo que tienes un ordenador personal o puedes acceder a uno (a estos muchachos de hoy día les resulta tan sencillo obtenerlo... :-)). El paso con mucho más importante que cualquier novato puede dar en el camino de adquirir las habilidades de un hacker es obtener una copia de Linux o alguno de los otros Unices tipo BSD libres, instalarlo en una máquina personal y hacerlo funcionar.
Sí, es cierto que existen otros sistemas operativos en el mundo además de Unix. Pero sólo pueden encontrarse en formato binario —no puedes ni leer el código ni modificarlo—. Si intentas aprender a hackear en una máquina DOS, Windows o en un MacOS te sentirás como si tratas de aprender a bailar con el cuerpo escayolado.
Bajo OS/X es posible, pero solo una parte del del sistema es código de fuente abierta —Es como si estuvieras golpeando un muro de varias capas de cemento, y aparte tienes que ser cuidadoso para no desarrollar el mal hábito de depender del código propietario de Apple. Si te concentras en Unix bajo el capó, puedes aprender cosas mas útiles.
Unix es el sistema operativo de Internet. Si bien puedes aprender a usar Internet sin saber Unix, nunca podrás ser un hacker en Internet sin conocerlo. Por este motivo, la cultura hacker actual está muy centrada en Unix. (Esto no fue siempre así, e incluso la situación le desagrada a algunos de los hackers más veteranos, pero la simbiosis entre Unix e Internet es tan fuerte que hasta la energía de Microsoft parece incapaz de hacerle mella.)
Así que consigue un Unix —personalmente me gusta Linux, pero hay otros (y sí, puedes hacer funcionar Linux y DOS/Windows en la misma máquina). Apréndelo. Hazlo funcionar. Métele mano, anímate. Comunícate en Internet mediante él. Lee el código. Modifícalo. En ese sistema se incluyen las mejores herramientas de programación (que incluyen C, Lisp y Perl) de lo que cualquier sistema operativo de Microsoft ni siquiera podría soñar, además te divertirás y te sumergirás en un caudal de conocimientos de tal magnitud que nunca hubieras imaginado, hasta que en cierto momento, mirando hacia atrás, te darás cuenta que ya eres un maestro hacker consumado.
Si quieres saber más acerca del aprendizaje de Unix, ve a The Loginataka.
Si quieres meter tus manos en Linux, echa un ojo en Dónde puedo obtener Linux.
Puedes encontrar ayuda y recursos de BSD Unix en www.bsd.org.
He escrito sobre los fundamentos básicos de Unix y de Internet.
(Nota: No recomiendo instalar ni Linux ni BSD a solas si eres novato. Para Linux, encuentra un grupo de usuarios local de Linux y pide ayuda; o contáctalo mediante Open Projects Network. LISC mantiene canales IRC donde puedes obtener ayuda.)
3. Aprende a usar la Web y a programar en HTML
La mayoría de las cosas que ha construido la cultura hacker funcionan fuera de la vista del gran público, ayudando en el funcionamiento de fábricas, oficinas y universidades, y carecen de un impacto obvio en la vida de quienes no son hackers. La Web es la única gran excepción, y es tan enorme y brillante este juguete de hackers que incluso los políticos admiten que está cambiando el mundo. Sólo por esta razón (y hay un montón de otras igualmente buenas), debes aprender a trabajar en la Web.
No me estoy refiriendo a aprender a manejar un navegador (cualquiera puede hacer eso), sino que debes aprender a escribir HTML, el lenguaje de marcas de la Web. Si aún no sabes cómo programar, el aprendizaje que implica la escritura de HTML te enseñará algunos de los hábitos mentales que te ayudarán luego con la programación. Así que hazte una página personal. Prueba con XHTML, que es más claro que el clasico HTML. (Existen buenos tutoriales para principiantes en la Web; aquí hay uno.)
Pero no vayas a creer que por tener una página personal estás más cerca de ser un hacker. La Web está llena de páginas personales. La mayoría de ellas son banales, basura sin contenido —basura muy vistosa, pero basura al fin (si deseas saber más sobre este tema, mira en The HTML Hell Page).
Para que valga la pena, tu página debe tener contenido —debe ser interesante y/o útil para los otros hackers. Y esto nos lleva al próximo tema...
4. Si no tienes un inglés funcional, apréndelo
Como estadounidense y hablante nativo de inglés, era reacio a sugerir esto, por si se interpretaba como una suerte de imperialismo cultural. Pero hablantes nativos de otras lenguas me han urgido a que señale que el inglés es el lenguaje con el que trabaja la cultura hacker e Internet, y necesitarás saberlo para funcionar en la comunidad hacker.
Esto es muy cierto. Tiempo atrás, alrededor de 1991, aprendí que muchos hackers que tenían el inglés como segundo idioma lo usaban en discusiones técnicas, incluso cuando compartían su lengua natal; me comentaron que el inglés tiene un vocabulario técnico más rico que cualquier otra lengua y sencillamente por esto era mejor herramienta para el trabajo. Por razones similares, las traducciones de libros técnicos escritos originalmente en inglés son con frecuencia insatisfactorias (si es que se hacen).
Linus Torvalds, un finlandés, comenta su codigo en inglés (al parecer nunca se le ocurrió hacerlo de otra manera). Su fluidez con el inglés ha sido un importante factor en su habilidad para reclutar una comunidad mundial de desarrolladores de Linux. Y esto nos lleva al próximo tema...
Estatus en la cultura hacker
De manera similar a muchas otras culturas sin economía monetaria, el hackerismo se basa en la reputación. Estás intentando resolver problemas interesantes, pero cuan interesantes y buenas son las soluciones que encuentres es algo que sólo tus iguales o superiores técnicamente hablando serán capaces de juzgar.
De acuerdo a esto, cuando juegas el juego del hacker, aprendes a puntuarte principalmente en función de lo que los otros hackers piensan acerca de tus habilidades (este es el motivo por el cual no puedes ser un hacker de verdad hasta que otros hackers te denominen así de manera consistente). Este hecho está empañado por la imagen del hacking como trabajo solitario; también por un tabú cultural hacker (que ahora está decayendo, pero aún es fuerte) que impide que se admita el ego o la validación externa como elementos involucrados en la propia motivación.
Específicamente, el hackerismo es lo que los antropólogos denominan una cultura del don. Adquieres estatus y reputación no mediante la dominación de las otras personas, ni por ser hermoso/a, ni por tener cosas que las otras personas desean, sino por donar cosas. Específicamente, al donar tu tiempo, tu creatividad, y el resultado de tu destreza.
Existen básicamente cinco clases de cosas que puedes hacer para obtener el respeto de los hackers:
1. Escribir software de fuente abierta
Lo primero (lo más central y más tradicional) es escribir programas que los otros hackers opinen que son divertidos o útiles, y donar los fuentes del programa a la cultura hacker para que sean utilizados.
(Solíamos llamarlo free software pero esto confundía a demasiada gente, que no estaban seguros de qué se suponía que significaba free [en inglés, el término free es polisémico y puede significar "libre" o "gratis". En castellano no se da tal ambigüedad por lo que la expresión "software libre" resulta perfectamente adecuada — N. del T.]. La mayoría de nosotros, al menos un ratio 2:1 de acuerdo con los análisis del contenido de la web, ahora preferimos el término software "open source" [En castellano, sin embargo, se sigue usando habitualmente "software libre", aunque en esta versión hemos respetado, como es natural, el cambio en la terminología de Eric, que ha sustituido " free software" por open source en todos sus documentos, y lo hemos traducido por "código de fuente abierta" — N. del T.]).
Los más reverenciados semidioses del hackerismo son las personas que han escrito programas de gran magnitud, con grandes capacidades que satisfacen necesidades de largo alcance, y los donan, de tal manera que cualquiera pueda utilizarlos.
2. Ayudar a probar y depurar software de fuente abierta
También son reconocidas aquellas personas que depuran los errores del software de fuente abierta. En este mundo imperfecto, inevitablemente pasaremos la mayoría de nuestro tiempo de desarrollo en la fase de depuración. Este es el motivo por el cual los desarrolladores de software de fuente abierta piensan que un buen "beta-tester" (probador de versiones beta, alguien que sabe cómo describir claramente los síntomas, que puede localizar correctamente los problemas, que tolera los errores en una entrega apurada, y que está dispuesto a aplicar unas cuantas rutinas sencillas de diagnóstico) vale su peso en oro. Aun contando con un solo probador de estos, puede hacerse que el proceso de depuración pase de ser una prolongada pesadilla que lo deja a uno exhausto a ser sólo una saludable molestia.
Si eres novato, trata de encontrar un programa en desarrollo en el cual estés interesado, y conviértete en un buen probador beta. Hay una progresión natural desde ayudar a probar programas, luego ayudar a depurarlos y más adelante ayudar a modificarlos. Aprenderás un montón de esa manera, y la gente te ayudará en el futuro.
3. Publicar informacion útil
Otra buena cosa que puedes hacer es recopilar y filtrar información útil e interesante y construir páginas web o documentos tipo FAQ ("Preguntas Frecuentes"), y ponerlos a disposición de los demás.
La gente que mantiene las FAQ técnicas más importantes gozan de casi tanto respeto como los autores de software libre.
4. Ayudar a mantener en funcionamiento la infraestructura
La cultura hacker (y el desarrollo ingenieril de Internet, para el caso) funciona gracias al trabajo voluntario. Existe una gran cantidad de trabajo necesario pero sin glamour que debe hacerse para que esto siga marchando —administrar listas de correo, moderar foros de discusión, mantener sitios donde se archivan grandes cantidades de software, desarrollar RFCs y otros estándares técnicos.
La gente que desarrolla estas actividades goza de mucho respeto, porque todos saben que esos trabajos son grandes consumidores de tiempo y no tan divertidos como meterse con el código. Al hacerlos demuestran su dedicación.
5. Hacer algo por la cultura hacker en sí misma
Finalmente, puedes propagar la cultura hacker en sí misma (por ejemplo, escribiendo un texto acerca de cómo transformarse en hacker :-)). Esto es algo que no estarás en disposición de hacer hasta que seas bien conocido en el ambiente por alguna de las cuatro cosas recién descritas.
La cultura hacker no tiene líderes exactamente, pero tiene héroes culturales, ancianos de la tribu, historiadores y portavoces. Cuando hayas estado en las trincheras tiempo suficiente, podrás crecer y transformarte en uno de ellos. Pero ten cuidado: los hackers desconfían del ego ruidoso en sus jefes tribales, así que la búsqueda visible de esa clase de fama es peligrosa. En lugar de esforzarte en ello, es mejor colocarse en una posición tal que ella caiga sobre ti, y luego debes comportarte de manera modesta y con gracia con tu estatus.
La conexión hacker/nerd
Contrariamente al mito popular, no tienes que ser un nerd [literalmente "empollón", pero en la jerga hacker se ha asumido de forma irónica, perdiendo el matiz originalmente despectivo, y ha acabado usándose como sinónimo de alguien que se preocupa por las cosas importantes y no se entretiene en trivialidades. — N. del T.] para ser hacker. Ayuda, sin embargo, y muchos hackers son nerds. Al ser un marginado social, el nerd puede mantenerse concentrado en las cosas realmente importantes, como pensar y hackear.
Por esta razón, muchos hackers han adoptado la etiqueta "nerd" e incluso utilizan el desagradable término geek como insignia de orgullo —es su forma de declarar su propia independencia de las expectativas sociales normales. Si deseas ver una discusión más extensa, dirígete a The Geek Page.
Si puedes concentrarte lo suficiente en el hacking para ser bueno en ello, y encima disfrutar de vida personal, está bien. Es muchísimo más fácil ahora que cuando yo era un novato en los años setenta; la cultura dominante ve con mejores ojos a los tecno-nerds en la actualidad. Hay además un número creciente de personas que se dan cuenta de que con frecuencia los hackers son un material de alta calidad para novio/novia/marido/esposa.
Si te siente atraído por la actividad hacker porque no tienes vida propia, está bien también —al menos no tendrá problemas de concentración—. A lo mejor más adelante puedes conseguir una vida propia como el resto de la gente.
Cuestiones de estilo
De nuevo, para ser un hacker, debes desarrollar la mentalidad del hacker. Existen algunas cosas que puedes hacer cuando estás sin ordenador, que pueden ayudarte. Estas cosas no son sustituto para la actividad propia de hackear (nada lo es) pero muchos hackers las realizan, y sienten que de alguna manera primitiva se conectan con la esencia de la actividad de hackear.
· Aprende a escribir correctamente en tu lengua. A pesar de que existe el estereotipo de que los programadores no son capaces de escribir, una cantidad sorprendente de hackers (incluyendo a los mejores que conozco), son escritores competentes.
· Lee ciencia-ficción. Ve a las reuniones sobre ciencia-ficción (es un buen método para conocer hackers y proto-hackers).
· Estudia zen, y/o practica artes marciales. (La disciplina mental se parece en ambos casos.)
· Desarrolla un oído analítico para la música. Aprende a apreciar clases peculiares de música. Aprenda a tocar correctamente algún instrumento musical, o a cantar.
· Desarrolla inclinación por los dobles sentidos y los juegos de palabras.
Cuantas más cosas de estas hayas hecho, es más probable que poseas material natural para hacker. Por qué estas cosas en particular y no otras es algo que no está completamente claro, pero todas están conectadas con un mezcla de tu parte izquierda y derecha de las habilidades de tu cerebro, lo que parece ser una cosa importante; los hackers ser capaces tanto de razonamiento lógico como de dar pasos al margen de lógica aparente de un problema en un momento dado.
Trabaja tan intensamente como juegas y juega tan intensamente como trabajas. Para los verdaderos hackers, la diferiencia entre "juego", "trabajo", "ciencia" y "arte" tienden a desaparecer, o mezclarse en un alto nivel de creatividad. Además, no te des por satisfecho con tener un estrecho rango de habilidades. Aunque la mayoría de los hackers se autodescriben como programadores, suelen ser más que competentes en actividades diversas —administración de sistemas, diseño web y arreglar problemas de hardware son algo común—. Un hacker que, por un lado, es administrador de sistemas, por el otro es también habilidoso en programación de scripts y diseño de webs. Los hackers no hacen las cosas a medias; si se meten de lleno en un tema, tienden a ser muy buenos en él.
Finalmente, unas cuantas cosas que no debes hacer:
· No uses un nombre de usuario tonto o grandioso.
· No te metas en "flamewars" (discusiones airadas) en Usenet (ni en ningún otro lado).
· No te llames a ti mismo "ciberpunk", y no pierdas tu tiempo con nadie que lo haga.
· No publiques en los foros ni escribas correos con montones de errores de tecleo o construcciones gramaticales incorrectas.
La única reputación que te ganarás con esas costumbres es la de tonto. Los hackers tienen una gran memoria —puede costar años hasta que te acepten de nuevo después de estas cosas.
El problema con los apodos virtuales merece alguna explicación. Ocultar tu identidad detrás de un apodo es un comportamiento infantil y tonto que es característico de los crackers, warez d00dz, y otras formas inferiores de vida. Los hackers no hacen eso; ellos están orgullosos de lo que que hacen y lo quieren asociado con sus nombres reales . Así que si tienes un nombre de estos, abandónalo. En la cultura hacker solo servirán para marcarte como un perdedor.
Otras fuentes de información
Peter Seebach mantiene un excelente Hacker FAQ para directivos que no entiendan el trato con hackers. Si la pagina de Peter no responde, en la siguiente búsqueda en Excite encontrarás una copia.
También he escrito A Brief History Of Hackerdom [existe traducción castellana: Breve historia de la cultura hacker — N. del T.].
He escrito un artículo The Cathedral and the Bazaar [existe traducción castellana: La catedral y el bazar — N. del T.], donde se explica bastante sobre cómo funciona la cultura de Linux y del software de fuente abierta. He estudiado este tema más directamente en su segunda parte, Homesteading the Noosphere [existe traducción castellana: Cultivando la noosfera — N. del T.].
Rick Moen ha escrito un excelente documento en how to run a Linux user group.
Rick Moen y yo hemos colaborado en otro documento en How To Ask Smart Questions [existe traducción castellana: Cómo hacer preguntas de manera inteligente — N. del T.]. Esto te ayudará a encontrar asistencia en el camino.
Si necesitas instrucciones para lo básico como ordenadores personales, Unix e Internet , ve a The Unix and Internet Fundamentals HOWTO.
Cuando publicas software o escribes parches, procura seguir las directrices en el Software Release Practice HOWTO.
Preguntas Frecuentes
P: ¿Me enseñarás a hackear?
P: ¿Cómo puedo iniciarme entonces?
P: ¿Cuándo conviene empezar? ¿Es demasiado tarde para aprender?
P: ¿Cuánto tiempo me costará aprender a hackear?
P: ¿Son Visual Basic o C# buenos lenguajes para empezar?
P: ¿Me ayudarías a crackear un sistema, o me enseñarías cómo hacerlo?
P: ¿Cómo puedo obtener la contraseña de la cuenta de otra persona?
P: ¿Cómo puedo acceder/leer/monitorizar el correo de otra persona?
P: ¿Cómo puedo robar privilegios de operador de canal en el IRC?
P: He sido crackeado. ¿Me ayudarás a defenderme de futuros ataques?
P: Estoy teniendo problemas con mi Windows, ¿me ayudarás?
P: ¿Dónde puedo encontrar a hackers de verdad para charlar con ellos?
P: ¿Me puedes recomendar libros útiles sobre hacking y temas relacionados?
P: ¿Necesito ser bueno en matemáticas para llegar a ser un hacker?
P: ¿Qué lenguaje debería aprender primero?
P: ¿Qué clase de hardware necesito?
P:. Deseo contribuir. ¿Puedes ayudarme a escoger un problema en el que trabajar?
P: ¿Necesito odiar y golpear a Microsoft?
P: ¿Pero no imposibilitará el software de fuente abierta ganarse la vida a los programadores?
P: ¿Cómo puedo iniciarme? ¿Dónde puedo obtener un Unix libre?
P:
¿Me enseñarás a hackear?
R:
Desde la primera publicación de esta página, me llegan varias peticiones por semana (a menudo varios por día) de gente que quiere que le "enseñe todo sobre hackeo". Desafortunadamente, no tengo ni el tiempo ni la energía para hacer eso; mis propios proyectos de hackeo consumen el 110% de mi tiempo.
Aun si pudiera hacerlo, el hackeo es una actitud y habilidad que debes aprender por ti mismo. Te darás cuenta de que los hackers de verdad quieren ayudarte, pero no te respetarán si comienzas a rogarles que te alimenten en la boca con todo lo que saben.
Aprende unas cuantas cosas primero. Muéstrales que lo estás intentando, que eres capaz de aprender por tu cuenta. Entonces dirígete a los hackers que conozcas pero ya con preguntas específicas.
Si escribes un email a un hacker pidiéndole consejo, hay 2 cosas que debes saber antes. Primero, hemos encontrado que la gente que es perezosa o descuidada en sus escritos suelen ser demasiado perezosos o descuidados para pensar en ser buenos hackers —Así que ten cuidado en deletrear correctamente, y usar buena gramática y puntuación. En caso contrario, probablemente serás ignorado. En segundo lugar, no te atrevas a pedir una respuesta con una cuenta de ISP diferente a la cuenta desde la que estás enviando; nos encontramos gente que lo hacen que suelen ser timadores usando cuentas robadas, y no tenemos interes en ayudar o apoyar el robo.
P:
¿Cómo puedo iniciarme entonces?
R:
La mejor manera para empezar probablemente es pasarte por un LUG ("Linux User Group", un grupo de usuarios de Linux local). Puedes encontrar grupos por ejemplo en la LDP General Linux Information Page; probablemente haya uno cerca de tu localidad, asociado con un colegio o universidad. Los miembros de los LUG probablemente te darán un Linux si lo pides, y ciertamente te ayudarán a instalarlo e iniciarte.
P:
¿Cuándo conviene empezar? ¿Es demasiado tarde para aprender?
R:
Cualquier edad en la cual estés motivado para iniciarte es buena edad. La mayoría de la gente parece interesarse entre los 15 y 20 años, pero conozco excepciones en ambas direcciones.
P:
¿Cuánto tiempo me costará aprender a hackear?
R:
Esto depende de tu talento y lo duro que trabajes. La mayoría de la gente puede adquirir un nivel de habilidad respetable a los dieciocho meses o dos años, si se concentran. Sin embargo, no creas que has finalizado ahí; si eres un hacker de verdad, te pasarás el resto de tu vida aprendiendo y perfecionando tu material.
P:
¿Son Visual Basic o C# buenos lenguajes para empezar?
R:
No, porque no son portables. No hay ninguna implementación libre de esos lenguajes, así que estarías cerrándote solo a las plataformas a las que el fabricante decide dar soporte. Aceptar esta situacion de monopolio no es el camino del hacker.
Visual Basic es especialmente tremendo. El hecho de que sea un lenguaje propiedad de Microsoft es suficiente para descalificarlo, y como otras versiones de Basic tiene un diseño pobre y te enseñará malos hábitos de programacion.
Uno de esos malos hábitos es hacerte dependiente de las bibliotecas, módulos y herramientas de desarrollo procedentes de un solo fabricante. En general, cualquier lenguaje que no esté soportado bajo Linux o un de los BSDs, y/o cuando menos pueda ser ejecutado en 3 diferentes sistemas operativos, es un lenguaje deficiente para aprender a hackear.
P:
¿Me ayudarías a crackear un sistema, o me enseñarías cómo hacerlo?
R:
No. Alguien que pregunta esto después de leer este documento es demasiado estúpido para poder ser instruido, incluso aunque tuviese tiempo para ello. Cualquier correo con este tipo de preguntas lo ignoraré o responderé con extrema rudeza.
P:
¿Cómo puedo obtener la contraseña de la cuenta de otra persona?
R:
Eso es cracking. Desaparece, idiota.
P:
¿Cómo puedo acceder/leer/monitorizar el correo de otra persona?
A:
Eso es cracking. Piérdete, imbécil.
P:
¿Cómo puedo robar privilegios de operador de canal en el IRC?
A:
Eso es cracking. Fuera de aquí, cretino.
P:
He sido crackeado. ¿Me ayudarás a defenderme de futuros ataques?
R:
No. Todo el tiempo me han estado preguntando eso, se debe a la deficiente programación de Microsoft Windows. No es posible proteger a Windows de forma efectiva contra ataques de crackers; sencillamente, su código y su arquitectura tienen demasiados defectos. La unica prevención realizable consiste en cambiar a Linux o a algún otro sistema operativo que por lo menos esté diseñado para poder ser protegido.
P:
Estoy teniendo problemas con mi Windows, ¿me ayudarás?
R:
Sí. Ve a una línea de comandos de DOS y teclea: 'format c:'. Cualquier problema que estés experimentando, desaparecerá en pocos minutos.
P:
¿Dónde puedo encontrar hackers de verdad para charlar con ellos?
R:
La mejor manera es encontrar un grupo de usuarios local de Unix or Linux e ir a sus reuniones (puedes encontrar links a varias listas de grupos de usuarios en el sitio de LDP en Metalab).
(Antes solía decir que no encontrarías hackers reales en el IRC, pero estoy dándome cuenta que eso está cambiando. Al parecer algunas comunidades de hackers reales, vinculadas a cosas como GIMP y Perl, tienen canales de IRC ahora.)
P:
¿Me puedes recomendar libros útiles sobre hacking y temas relacionados?
R:
Mantengo un Linux Reading List HOWTO que puedes encontrarlo útil. El Loginataka podría ser también interesante.
Para una introducción a Python, echa un vistazo a los materiales introductorios en el sitio web de Python.
P:
¿Necesito ser bueno en matemáticas para llegar a ser un hacker?
R:
No. Aunque necesitas ser capaz de pensar en términos lógicos y seguir cadenas de razonamiento exacto, el hacking usa muy poca matemática formal o aritmética.
En particular, no necesitarás trigonometría, cálculo o análisis (eso se lo dejamos a los ingenieros electricos :-)). Algo de matemáticas finitas (incluyendo álgebra booleana, teoría de conjuntos finitos, combinatoria y teoría de grafos) puede ser útil.
P:
¿Qué lenguaje debería aprender primero?
R:
XHTML (el dialecto más reciente de HTML) si todavía no lo sabes. Existe muchos muy malos libros de HTML afuera, y desafortunadamente solo algunos buenos. El que a mí me parece el mejor es HTML: The Definitive Guide.
Pero HTML no es un lenguaje de programación completo. Cuando estés listo para empezar a programar, recomendaría empezar con Python. Escucharás a mucha gente que te recomiende Perl, y Perl es aún más popular que Python, pero es mas difícil de aprender y (en mi opinión) peor diseñado.
C es realmente importante, pero es tambien mucho mas difícil que Python y Perl. No intentes aprenderlo primero.
Usuarios de Windows: no os conforméis con Visual Basic. Os enseñará malos hábitos, y no es portable fuera de Windows. Evitadlo.
P:
¿Qué clase de hardware necesito?
R:
Solía pasar que los ordenadores personales tenían pocas prestaciones y poca memoria, lo cual impuso límites artificiales en el proceso de aprendizaje de un hacker. Esto dejó de ser cierto hace algún tiempo; cualquier máquina de Intel 486DX50 o superior es lo suficientemente poderosa para el el trabajo de desarrollo, X y conexión a Internet, y los disquetes más pequeños que puedes comprar hoy son suficientes.
Lo importante al escoger una máquina para aprender es si su hardware es compatible con Linux (o compatible con BSD). Esto vale también para las máquinas más modernas. La única cuestión complicada son los modems: algunas máquinas tiene hardware específico para Windows que no funciona con Linux. [Hay un sitio web llamado linmodems.org donde podrás determinar si, pese a ser un "winmodem", puedes conseguir que tu dispositivo funcione bajo GNU/Linux — N. del T.]
Hay una FAQ acerca de la compatibilidad de hardware; la última versión está aquí.
P:.
Deseo contribuir. ¿Puedes ayudarme a escoger un tema en el que trabajar?
R:.
No, porque desconozco cuáles son tus talentos o intereses. Debes estar automotivado o no te dedicarás seriamente a ello, por eso casi nunca funciona que otras personas elijan por ti.
Prueba esto. Mira los anuncios de Freshmeat durante algunos días. Cuando veas uno que te haga pensar: "¡Guay, me gustaría trabajar en eso!", únete.
P:
¿Necesito odiar y golpear a Microsoft?
R:
No, no hace falta. Y no porque Microsoft no sea asqueroso, sino porque la cultura hacker existía mucho antes que Microsoft y seguirá existiendo aún largo tiempo después de que Microsoft sea historia. Cualquier energía que gastes odiando a Microsoft sería mejor empleada entusiasmándote con tus habilidades. Escribe buen código —esto será un golpe más duro para Microsoft y no requiere que ensucies tu karma.
P:
¿Pero no imposibilitará el software de fuente abierta ganarse la vida a los programadores?
R:
Esto parece improbable —hasta ahora la industria de software de fuente abierta parece estar creando empleos más que quitándolos. Si tener un programa escrito en una economía de red gana sobre no tenerlo escrito, un programador será remunerado independientemente de si el programa va a ser código abierto después de realizado. Y no importa cuánto software "gratis" tienes escrito, parece que siempre habrá más demanda para aplicaciones nuevas y especializadas. He escrito más sobre esto en las páginas de Open Source.
P:
P: ¿Cómo puedo iniciarme? ¿Dónde puedo obtener un Unix libre?
R:
En otro lugar de esta página incluyo punteros a lugares donde puedes obtener el Unix libre más usado. Para ser un hacker necesitas motivación y la iniciativa y la habilidad para educarte por ti mismo. Empieza ahora...

Transhumanismo (II)

Junto a la World Transhumanist Association, una de las entidades transhumanistas más activas es sin duda el Extropy Institute. Esta organización inició su andadura allá por el año 1988 de la mano de los que hoy se consideran sus fundadores: Max More, Mike Price, Garret Smyth y Jhon Styles. Lo que empezó siendo una publicación de no más de 50 copias es hoy una organización de alcance prácticamente internacional, con intereses en distintos campos bio-tecnológicos (muy particularmente en criogénesis), amplia influencia en Internet y que este verano celebrarán su quinto congreso, el Extro 5, convenciones a las que, después de haber sido consideradas como cosa de excéntricos, han acabado asistiendo científicos de primera línea de diversas disciplinas al percatarse de que las propuestas extropianas y transhumanistas tal vez no fueran tan desencaminadas…
En cualquier caso, pongo a vuestra disposición la traducción al castellano de la última revisión de los llamados Principios Extropianos para que podamos seguir completando el panorama que plantea el transhumanismo.

Los Principios Extropianos - Versión 3.0Una declaración transhumanista©1998 Max More (Presidente del Extropy Institute)more@extropy.orgmax@maxmore.com
Traducción: Pórtico Luna
ExtropíaDifusión de un sistema de inteligencia, información, orden, vitalidad y capacidad de perfeccionamiento.
ExtropianosAquellos que buscan el crecimiento de la extropía.
ExtropianismoLa filosofía transhumanista que se desprende de la extropía.
El Extropianismo es una filosofía transhumanista. Los Principios Extropianos definen una versión específica o "rama" del pensamiento transhumanista. Al igual que los humanistas, los transhumanistas son partidarios de la razón, el progreso y los valores centrados en nuestro propio bien estar en lugar de aquellos otros valores centrados en una autoridad religiosa externa. Los transhumanistas van más allá del humanismo desafiando los límites humanos con medios de ciencia y tecnología combinados con un pensamiento crítico y creativo. Desafiamos que el envejecimiento y la muerte deban ser inevitables, y perseguimos un crecimiento continuo de nuestras capacidades intelectuales, físicas y de nuestro desarrollo emocional. Contemplamos la humanidad como una etapa transitoria en el desarrollo evolutivo de la inteligencia. Somos partidarios del empleo de la ciencia para acelerar la transición de la condición humana a una condición transhumana o posthumana. Como dice el físico Freeman Dyson: "La Humanidad me parece un magnífico principio pero no la última palabra."
Estos Principios no se presentan como verdades absolutas o valores universales. Los Principios codifican y expresan aquellas actitudes y planteamientos afirmados por aquellos que se denominan a sí mismos "extropianos". El pensamiento extropiano ofrece una estructura básica para pensar sobre la condición humana. Este documento, de forma deliberada, no expone creencias, tecnologías o conclusiones particulares. Estos Principios simplemente definen un marco de desarrollo para planteamientos de vida de forma racional y efectiva sin el estorbo de dogmas que no se sostienen frente a la crítica científica o filosófica. Como los humanistas, afirmamos una visión de la vida reforzada y racional, pero tratando de evitar creencias dogmáticas de ninguna clase. La filosofía extropiana expresa una visión de la vida inspiradora y edificante, mientras permanece abierta a la revisión con arreglo a la ciencia, la razón y la búsqueda ilimitada en pos de la perfección.

Progreso ConstanteEn busca de más inteligencia, sabiduría y eficacia, una duración indefinida de la vida, y la supresión de límites políticos, culturales, biológicos y psicológicos a la propia renovación y realización. En constante superación de restricciones en nuestro progreso y posibilidades. Expandirse por el universo y avanzar sin fin.
Auto-transformaciónA través de la afirmación de una constante mejora moral, intelectual y física, a través del pensamiento crítico y creativo, la responsabilidad personal y la experimentación. En busca del crecimiento biológico y neurológico junto a un refinamiento emocional y psicológico.
Optimismo prácticoActuando con expectativas positivas. Adoptando una actitud racional basada en el optimismo en lugar de la fe ciega y el pesimismo paralizante.
Tecnología inteligenteAplicando la ciencia y la tecnología de forma creativa para trascender los límites "naturales" impuestos por nuestra herencia biológica, nuestra cultura y entorno. Pretendiendo la tecnología no como un fin en sí mismo, si no como medio efectivo para la mejora de la vida.
Sociedad abiertaApoyando órdenes sociales que potencien la libertad de discurso, de acción y experimentación. Oponiéndose al control social autoritario y apoyar el principio de ley y descentralización del poder. Optando por la negociación en lugar de la batalla, y el intercambio en lugar de la coacción. Honestidad para mejorar, en lugar de una utopía estática.
AutogobiernoBuscando el pensamiento independiente, la libertad individual, la responsabilidad personal, la autogestión, la autoestima y el respeto a los demás.
Pensamiento racionalApoyando la razón en lugar de la fe ciega y cuestionando por encima de los dogmas. Permaneciendo abiertos a los desafíos a nuestras creencias y prácticas en pos de una mejora constante. Aceptando la crítica de nuestras creencias actuales y estando abiertos a nuevas ideas.
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Progreso ConstanteLos extropianos buscamos la mejora constante de nosotros mismos, de nuestras culturas y nuestros entornos. Perseguimos nuestra propia mejora física, intelectual y psíquica. Valoramos la búsqueda constante de conocimiento y entendimiento. Los extropianos cuestionamos las afirmaciones tradicionales según las cuales deberíamos dejar intactos los fundamentos de la naturaleza humana con objeto de ajustarse a la "voluntad de Dios" o a lo que se considera "natural". Al igual que nuestros parientes intelectuales, los humanistas, buscamos el progreso constante en todos los campos. Nosotros vamos más allá que muchos humanistas al proponer alteraciones fundamentales en la naturaleza humana para alcanzar tales progresos. Cuestionamos las restricciones tradicionales, biológicas, genéticas e intelectuales basándonos en nuestro progreso y posibilidades.
Los extropianos sabemos de nuestras habilidades conceptuales únicas de nuestra especie, y de nuestra posibilidad de elevar la evolución de la naturaleza a nuevas cimas. Consideramos a los humanos como una etapa transitoria situada entre nuestra herencia animal y nuestro futuro post-humano. En la Tierra primitiva, la materia inconsciente se combinó de tal modo que dio forma a las primeras moléculas capaces de autoreproducirse y empezó la vida. El proceso evolutivo de la naturaleza generó organismos cada vez más complejos con cerebros cada vez más inteligentes. La respuestas químicas directas de las criaturas unicelulares condujeron a la aparición de sensaciones y percepciones, permitiendo comportamientos más sutiles y sensibles. Por último, con el desarrollo del neocortex, se hizo posible el aprendizaje consciente y la experimentación.
Con la llegada de la conciencia conceptual de la especie humana, el factor de progreso se aceleró bruscamente en cuanto aplicamos la inteligencia, la tecnología y el método científico a nuestra condición. Pretendemos mantener y acelerar este proceso evolutivo, superando los límites biológicos y psicológicos humanos.
No aceptamos los aspectos indeseables de la condición humana. Desafiamos las limitaciones naturales y tradicionales que pesan sobre nuestras posibilidades. Defendemos el uso de la ciencia y la tecnología para erradicar las restricciones sobre la esperanza de vida, la inteligencia, la vitalidad personal y la libertad. Denunciamos el absurdo de aceptar mansamente los límites "naturales" acerca del promedio del plazo de vida. Queremos vida para ir más allá de los confines de la Tierra —la cuna de la inteligencia humana y transhumana— a habitar el cosmos.
El progreso constante implicará crecimiento económico. Creemos que hay recursos suficientes para permitir el crecimiento, y consideramos que dicho crecimiento es compatible con la calidad medioambiental. Los extropianos declaramos un medioambientalismo racional y no coercitivo encaminado al mantenimiento e incremento de las condiciones para nuestra prosperidad. La gestión inteligente de los recursos y el entorno se verán favorecidos por una esperanza de vida enormemente ampliada. Un sistema económico efectivo estimula la conservación, sustitución e innovación, previniendo cualquier adversidad por culpa de un obstáculo en el crecimiento y el progreso. La inmigración al espacio aumentará de forma inmensa la energía y recursos disponibles para nuestra civilización. Un promedio de vida más largo puede fomentar la prudencia y la previsión, mientras que reprimirlo fomenta la imprudencia y el derroche. Pretendemos un continuo progreso individual y social cuidadoso e inteligente.
Apreciamos el constante aprendizaje y exploración como individuos, e incitamos a nuestras culturas para que experimenten y evolucionen. No somos ni conservadores ni radicales: conservamos lo que funciona, mientras funciona, y cambiamos lo que puede mejorarse. En nuestra búsqueda de constante mejora, nos conducimos con cautela entre la suficiencia y la imprudencia.
Ningún criterio es sacrosanto, ningún límite incuestionable; lo desconocido cederá a la mente ingeniosa. Pretendemos entender el universo, no temblar ante el misterio, y así seguir aprendiendo, creciendo y disfrutando cada vez más de nuestras vidas.

Auto TransformaciónLos extropianos se centran en mejorarse a sí mismo tanto en lo físico como en lo intelectual, lo psicológico y lo ético. Pretendemos ser mejores de lo que somos, mientras asentamos nuestra valía actual. La constante mejora nos exige revisar nuestras vidas continuamente. La autoestima en el presente no significa darse por satisfecho, pues una mente aguda siempre puede concebir mejorarse en el futuro. Los extropianos se comprometen a incrementar su sabiduría, afilar su racionalidad y aumentar sus cualidades físicas, intelectuales y emocionales. Elegimos el desafío en lugar de la comodidad, la innovación por encima de la emulación, la transformación en lugar de la apatía.
Los extropianos somos neófitos y experimentalistas que siguen la pista de nuevas investigaciones para obtener medios más eficaces de alcanzar objetivos y que estamos dispuestos a probar nuevas técnicas de auto transformación. En nuestra búsqueda de continuo avance, confiamos en nuestro propio juicio, buscamos nuestro propio camino, y rechazamos tanto el conformismo ciego como la rebelión inconsciente. Los extropianos se suelen apartar de la corriente principal porque rechazan estar encadenados a ningún dogma, sea religioso, político o intelectual. Los extropianos adoptan sus valores y conductas de forma reflexiva, manteniéndose firmes cuando es necesario, pero siendo flexibles a nuevas condiciones.
Como neófitos, los extropianos estudian las tecnologías avanzadas, emergentes y futuras por su potencial auto renovante. Apoyamos la investigación bio-médica para comprender y controlar el proceso de envejecimiento, y empleamos métodos efectivos para alargar la vitalidad. Nos ejercitamos y preparamos en el aumento biológico y neurológico empleando medios como potenciadores neuroquímicos, redes de computadoras y electrónicas, agentes inteligentes, capacidades de pensamiento crítico y creativo, técnicas de meditación y visualización, estrategias de aprendizaje acelerado, y psicología cognitiva aplicada. Negando los límites impuestos sobre nosotros por nuestra herencia natural, aplicamos el talento evolutivo de nuestra inteligencia racional y empírica mientras nos esforzamos por sobrepasar los confines de nuestros límites humanos.
Como todo individuo vive rodeado de otros individuos, aspiramos a una mejora constante de nuestras relaciones personales. Sabemos del entrelazado de nuestros intereses con los de los demás y así pretendemos actuar para el beneficio mutuo. La auto transformación no implica la auto absorción sino un intento constante para entender a los demás y trabajar para conseguir relaciones óptimas basadas en la honestidad mutua, la comunicación abierta y la benevolencia. Somos conscientes de que la evolución nos ha dejado impulsos y emociones animales que a veces nos llevan de forma irreflexiva a cometer actos de hostilidad, enfrentamiento, miedo y dominio. A través del conocimiento de uno mismo, la comprensión y el respeto hacia los demás intentamos superar tales impulsos.
Aún siendo conscientes de la importancia de los demás, nos centramos principalmente en transformarnos a nosotros mismos en lugar de intentar cambiar a los demás. Somos conscientes de los peligrosos que resultan de controlar a los demás y por ello sólo intentamos mejorar el mundo predicando con el ejemplo y a través de la comunicación de las ideas. Algunos de nosotros están muy comprometidos en la educación y mejora de otras personas, pero sólo a través de medios voluntarios que respetan la racionalidad, autonomía y dignidad del individuo.

Optimismo PrácticoLos extropianos adoptamos una actitud positiva dinámica y capaz. Pretendemos llevar a cabo nuestros ideales en este mundo, hoy y mañana. En lugar de soportar una vida instaisfecha sostenida sobre fantasías de otra vida (sean ensueños o sea una vida después de la muerte), dedicamos nuestras energías con entusiasmo a avanzar en nuestra visión en constante desarrollo. Viviendo con coraje, de forma eficaz y alegre, es necesario rechazar el desaliento, el derrotismo y la negatividad. Reconocemos los problemas, sean técnicos, sociales, psicológicos o ecológicos, pero no permitimos que dominen nuestro pensamiento ni nuestra dirección. Respondemos al desaliento y el derrotismo explorando y explotando nuestras nuevas posibilidades. Los extropianos mantenemos una perspectiva de futuro optimista, previendo potentes antídotos contra las viejas enfermedades humanas, para lo que sólo necesitamos asumir y crear ese futuro. El optimismo práctico desaprueba la espera del día de mañana de forma pasiva; ello nos impulsa a una eufórica actividad inmediata, enfrentando con confianza los desafíos de hoy mientras generamos soluciones más eficaces para nuestro futuro. Asumimos responsabilidad personal para encargarnos de ello y para crear las condiciones para lograrlo.
Cuestionamos los límites que los demás dan por sentados. Teniendo en cuenta el avance acelerado de la ciencia y la técnica, el aumento del promedio de esperanza de vida, y el desarrollo de prácticas sociales y morales, proyectamos y potenciamos el progreso continuado. Hoy en día hay más investigadores estudiando el envejecimiento, medicina, computadoras, biotecnología, nanotecnología y otras disciplinas competentes que en toda la historia. El desarrollo tecnológico y social sigue acelerando. Los extropianos se esfuerzan para mantener el paso del progreso, potenciando el soporte a la investigación crucial y promoviendo la efectividad de sus resultados. Mantenemos un escepticismo constructivo frente a las limitadas creencias mantenidas por nuestros semejantes, nuestra sociedad y nosotros mismos. Miramos más allá de los actuales obstáculos para conservar una fundamental apertura creativa a las posibilidades.
Adoptar el optimismo práctico significa centrarse en las posibilidades y las oportunidades, estar atento a las soluciones y potencialidades. Significa rehusar a la queja sobre lo inevitable, aprendiendo de los errores en lugar de revolcarse en ellos de manera victimista, castigadora y a lomos de la culpabilidad. Preferimos estar a favor que en contra, para crear soluciones en lugar de protestar contra lo que hay. Nuestro optimismo también es realista, pues tomamos el mundo como es y no nos quejamos porque la vida no es justa. El optimismo práctico nos exige tomar la iniciativa, para sortear y abrir brecha en las dificultades, con nuestras acciones demostrando que podemos alcanzar nuestros objetivos, en lugar de cruzarse de brazos y sumergirse en pensamientos derrotistas.
Nuestros actos y palabras encarnan el optimismo práctico, inspirando a los demás a superarse. Somos responsables de tomar la iniciativa de extender este optimismo vigorizante; mantener y fortalecer nuestro propio dinamismo se consigue más fácilmente en un entorno de refuerzo mutuo. Estimulamos el optimismo en los demás comunicando nuestras ideas extropianas y viviendo nuestros ideales.
El optimismo práctico y la fe pasiva son incompatibles. El optimismo práctico implica optimismo crítico. La fe en un futuro mejor significa confiar en que una fuerza externa, sea Dios, el Estado, o incluso los extraterrestres, resolverá nuestros problemas. La fe genera pasividad prometiendo progreso como si fuera un regalo concedido por fuerzas externas, lo cual produce creencias dogmáticas y comportamientos irracionales. El optimismo práctico fomenta las iniciativas y la inteligencia, asegurándonos que somos capaces de mejorar la vida a través de nuestros propios esfuerzos. Las oportunidades y las posibilidades están por todas partes, invitándonos a aprovecharlas y a construir a partir de ellas. Alcanzar nuestros objetivos requiere que creamos en nosotros mismos, que trabajemos con diligencia y estar dispuestos a revisar nuestras estrategias.
Donde otros ven dificultades, nosotros vemos desafíos. Donde otros se rinden, nosotros avanzamos. Donde otros dicen "es suficiente", nosotros decimos ¡Adelante! ¡Arriba! ¡Hacia el exterior! Adoptamos mejores formas de evolución personal, social y tecnológica. En lugar de encogernos frente al impacto del futuro, los extropianos siguen adelante para el avance de la ola del progreso evolutivo.

Tecnología InteligenteLos extropianos afirmamos lo necesario y deseable de la ciencia y la tecnología. Utilizamos métodos prácticos para avanzar en nuestros objetivos de inteligencia expandida, capacidades físicas superiores, refinamiento psicológico, avance social, y esperanza de vida indefinida. Preferimos la ciencia al misticismo, y la tecnología a la oración. Consideramos la ciencia y la tecnología como medios indispensables para el logro de nuestros más nobles valores, ideales y sueños y para nuestra nueva evolución. Investigamos para fomentar aquellas formas de inteligencia disciplinadas y dedicadas a erradicar las barreras para nuestros objetivos extropianos, transformando de forma radical las condiciones de existencia, tanto internas como externas.
La tecnología es la extensión y expresión natural del intelecto y la voluntad humana, de la creatividad, la curiosidad y la imaginación. Prevemos y potenciamos el desarrollo de tecnología cada vez más flexible, elegante y sensible. Evolucionamos de forma paralela a los productos de nuestras mentes, integrándonos con ellos, integrando finalmente nuestra tecnología inteligente con nosotros mismos en una síntesis post-humana, amplificando nuestras capacidades y extendiendo nuestra libertad. Una profunda innovación tecnológica nos estimula en lugar de asustarnos. Celebramos el cambio constructivo, expandir nuestros horizontes, explorar nuevos campos con audacia e inventiva. Aprobamos el desarrollo prudente y cuidadoso de tecnologías poderosas, pero eso no sofocará el avance evolutivo ni nos encogerá ante lo desconocido. Consideramos la timidez y el estancamiento como algo indigno de nosotros. Por lo tanto, los extropianos preferimos avanzar —cabalgando las olas del futuro— en lugar de estancarnos o retroceder al primitivismo. El uso inteligente de la biotecnología y la nanotecnología y la apertura de nuevas fronteras en el espacio, puede eliminar la escasez de recursos y descargar las presiones ambientales. Somos partidarios de las tecnologías por los resultados benéficos que puedan traer. No queremos la tecnología por la tecnología. La tecnología inteligente no sólo implica el uso de la tecnología para ampliar nuestras capacidades, sino además el desarrollo de herramientas y tecnologías que nos sean útiles en lugar de empujarnos a someternos a sus trabajos.
Vemos los años y décadas venideras como un tiempo de enormes cambios, cambios que expandirán enormemente nuestros oportunidades y capacidades, transformando para bien nuestras vidas. Esta transformación tecnológica se verá acelerada por la ingeniería genética, las biociencias para alargar la vida, intensificadores de inteligencia, elegantes interfaces para las más rápidas computadoras, integración neuronal con computadoras, las redes mundiales de datos, la realidad virtual, agentes inteligentes, rápidas comunicaciones electrónicas, inteligencia artificial, neurociencia, redes neurales, vida artificial, inmigración planetaria y nanotecnología molecular.


Sociedad AbiertaLos extropianos valoramos las sociedades abiertas que protegen el libre intercambio de ideas, la libertad para la crítica, y la libertad para experimentar. Más peligroso que las malas ideas es la supresión coercitiva de las malas ideas. Nuestras instituciones deben permitir que surjan las mejores ideas a través de un proceso evolutivo de creación, mutación y selección crítica. La libertad de expresión de una sociedad abierta está mejor protegida por un orden social caracterizado por el intercambio y las relaciones voluntarias. Nos oponemos a las "autoridades" autoproclamadas e impuestas de forma involuntaria, y somos escépticos frente a las soluciones políticas coercitivas, de la obediencia incuestionable a líderes, y de jerarquías inflexibles que sofoca la iniciativa y la inteligencia.
Aplicamos el racionalismo crítico a la sociedad manteniendo a todas las instituciones y sistemas abiertos a una mejora constante. El progreso mantenido y efectivo, la toma de decisiones racional necesita de las fuentes de información diversas y de las diferentes perspectivas que florecen en las sociedades abiertas. Las normas de comportamiento centralizadas restringen la exploración, la diversidad y la opinión disconforme. Podemos perseguir objetivos extropianos en numerosos tipos de órdenes sociales abiertos pero no en sistemas teocráticos, o autoritarios, o totalitarios. Las sociedades con control centralizado impuesto de forma omnipresente y coercitiva no pueden permitir la disensión y la diversidad. Pero las sociedades abiertas pueden permitir que hayan todo tipo de instituciones, sean participativas, instituciones con máxima autonomía, o instituciones jerárquicas o burocráticas. Los individuos en una sociedad abierta, a través de un consentimiento voluntario, pueden elegir someterse a relaciones de corte más restrictivo en forma de clubes, comunidades privadas o entidades corporativas. Las sociedades abiertas permiten la existencia de estructuras sociales organizadas de forma más rígida en la medida que los individuos sean libres de abandonarlas. Por servir como marco en el cual la experimentación social pueda prosperar, las sociedades abiertas fomentan la exploración, la innovación y el progreso.
Los extropianos evitamos los planes utópicos para "la sociedad perfecta", apreciando en su lugar la diversidad en los valores, en las preferencias de estilos de vida, y en los enfoques para resolver los problemas. En lugar de la perfección estática de una utopía, preferimos una "extropía"; simplemente un entorno abierto en evolución que permita a individuos y agrupaciones voluntarias para formar las instituciones y formas sociales que prefieran. Aunque algunas puedan parecernos elecciones erróneas o disparatadas, afirmamos el valor de un sistema que permite que todas las ideas se prueben con el consentimiento de los involucrados.
Nos parece inútil la idea tecnocrática de un control central coercitivo a manos de expertos autoproclamados. Ningún grupo de expertos puede entender y controlar la infinita complejidad de una economía y una sociedad compuestas por otros individuos como ellos. A diferencia de los utópicos de todo tipo, los extropianos no pretenden el control de los detalles de la vida de la gente o las formas y funciones de instituciones siguiendo un gran plan global. Ya que todos vivimos en sociedad, estamos profundamente preocupados con esta mejora. Pero esta mejora debe respetar al individuo. La estructura social debería producirse por etapas a medida que mejoramos una por una las instituciones sobre una base voluntaria, no a través de una instrumentalización coercitiva de una única visión planeada de forma centralizada. Nosotros perseguimos una mejora continuada de las instituciones sociales y los mecanismos económicos. Pero admitimos las dificultades en la mejora de sistemas complejos. Somos radicales en las intenciones pero prudentes en los enfoques, siendo conscientes de que las alteraciones en sistemas complejos traen consecuencias indeseables. La experimentación simultánea con varias soluciones y mejoras posibles — — funciona mejor que una utópica tecnocracia administrada de forma centralizada.
No consideramos a toda ley y gobierno como fines en sí mismos sino como medios para conseguir felicidad y progreso. No nos adscribimos a ninguna estructura legislativa o económica en particular como fines últimos. Preferimos aquellas leyes y políticas que en todo momento parecen llevar al mantenimiento y expansión de la apertura y progreso de la sociedad. Para fomentar las sociedades abiertas nos oponemos a las peligrosas concentraciones de poder coercitivo y preferimos el imperio de la ley en lugar del arbitrario imperio de autoridades. Afirmamos que el poder coercitivo corrompe y conduce a la supresión de ideas y prácticas alternativas, prefiriendo la aplicación de normas y leyes por igual tanto a los legisladores como a los que se encargan de hacer que se cumpla la ley, sin excepción. Apoyamos las sociedades abiertas como marcos para la búsqueda productiva y pacífica de objetivos individuales y de grupo.
Los extropianos no quieren gobernar ni ser gobernados. Creemos que los individuos deberían hacerse cargo de sus propias vidas. Las sociedades sanas requieren una combinación de libertad y responsabilidad. Para que haya sociedades abiertas, los individuos deben ser libres de perseguir sus propios intereses a su manera. Pero para que florezcan los individuos y las sociedades, la libertad debe conllevar responsabilidad personal. La demanda de libertad sin responsabilidades es una petición de adolescente para la licencia.


AutogobiernoLos extropianos consideran el autogobierno personal como un homólogo deseable para las sociedades abiertas. Como la cultura y la tecnología nos presenta un abanico de elección extenso como nunca, el autogobierno aumenta su importancia. Decidimos por nosotros mismos de qué manera cambiar o permanecer. El autogobierno significa tener claros nuestros valores y propósitos. En la vida, tener claros los propósitos no sólo trae recompensas prácticas y emocionales sino que también nos protege de la manipulación y el control por parte de otros. La libertad de los demás trae realización y progreso personal sólo cuando se combina con el autogobierno.
Para que sea posible el autogobierno, debemos crear primero una idea clara de uno mismo y a partir de ahí hacer efectiva esa visión por medio del autocontrol. El yo humano contiene un ramillete de deseos e impulsos implantados en el organismo biológico a través del proceso evolutivo y la influencia cultural. Asumirnos a nosotros mismos nos exige elegir entre nuestros deseos y subpersonalidades enfrentadas. Así como la espontaneidad juega un papel importante, crear y mantener un yo sano y feliz requiere autodisciplina y persistencia.
La responsabilidad y autonomía personal van codo con codo con la autoexperimentación. Los extropianos se responsabilizan de las consecuencias de sus elecciones, rehusando echar la culpa a los demás del resultado de sus propias acciones libres. La experimentación y la auto transformación requieren riesgos; queremos ser libres para evaluar los riesgos y beneficios potenciales por nosotros mismos, aplicando nuestro propio juicio, asumiendo la responsabilidad del resultado. Nos resistimos vigorosamente a la coerción de aquellos que intentan imponer sus juicios sobre la seguridad y efectividad de varios medios de auto-experimentación. La responsabilidad personal y la auto determinación son incompatibles con el control autoritario centralizado, el cual ahoga las elecciones y el proceder espontáneos de personas autónomas.
Para nosotros, la coerción, sea por el consabido "bien de la mayoría" o por la protección paternalista del individuo, es inaceptable. La imposición engendra ignorancia y debilita la conexión entre la elección y el resultado personal, destruyendo así la responsabilidad personal. Los extropianos somos individualistas racionales, que viven según su propio juicio, haciendo elecciones reflexivas y fundamentadas, sacando provecho tanto de los aciertos como de los defectos.
Como el auto gobierno es aplicable a cualquiera, este principio requiere que respetemos el auto gobierno de los demás. Esto significa negociar en lugar de dominar, discusión racional en lugar de coerción o manipulación, y cooperación en lugar de conflicto siempre que sea posible. Considerando que las demás personas tienen sus propias vidas, propósitos y valores, pretendemos lograr soluciones cooperativas en vez de intentar imponer nuestros intereses a expensas de los demás. Respetamos la autonomía y racionalidad de los demás aprendiendo a comunicarnos de forma efectiva y trabajando juntos hacia soluciones que nos beneficien mutuamente.
Los extropianos consideramos la benevolencia como una virtud que guía nuestras interacciones con las vidas auto gobernadas de los demás. La benevolencia naturalmente va acompañada de una apreciación del valor en los demás. Nos acercamos a los demás como potenciales fuentes de valores, amistad, cooperación y placer. No sólo consideramos una disposición benevolente como un estado más estable y deseable emocionalmente que el cinismo, la hostilidad y la mezquindad, sino también como lo más capaz de inducir al tratamiento positivo recíproco. La benevolencia implica una presunción de decencia moral común, incluida la cortesía, la paciencia y la honestidad. Aunque no pretendemos quedarnos con cualquiera a cualquier precio, queremos maximizar los beneficios de nuestras interacciones con los demás.
El auto gobierno significa hacernos cargo de nuestras vidas. Esto requiere elegir nuestras acciones de forma inteligente. Esto, por su parte, exige pensamiento independiente. Los extropianos somos conscientes de la habitual debilidad humana de dejar el control intelectual en manos de otros. Podemos comprobar la rendición del juicio autónomo especialmente en la religión, la política, la moralidad y las relaciones y nos esforzamos por superarlas. Dirigir nuestras vidas nos solicita determinar nuestros valores, propósitos y acciones por nosotros mismos. Las nuevas tecnologías nos ofrecen más opciones no sólo sobre lo que hacemos, sino también sobre quienes somos física, intelectual y psíquicamente. Haciéndonos cargo de nosotros mismos podemos utilizar esos medios para avanzar personalmente de acuerdo a nuestros valores personales.

Pensamiento racionalLos extropianos proclamamos la razón, la pregunta crítica, la independencia intelectual y la honestidad. Rechazamos la fe ciega y pasiva, el pensamiento confortable que lleva al dogma, la conformidad y el estancamiento. Nuestro compromiso con una auto transformación positiva nos exige el análisis crítico de nuestras creencias, commportamientos y estrategias actuales. Por lo tanto, preferimos admitir de buena gana los errores y aprender de ello que profesar infalibilidad. Preferimos el pensamiento analítico al engaño confortable pero confuso, el empirismo al misticismo y la evaluación independiente a la conformidad. Proclamamos una filosofía de vida pero nos alejamos del dogma, sea religioso, político o personal, su fe ciega, degradación del valor humano, e irracionalidad sistemática.
No somos cínicos que rechazan cada idea nueva. Ni somos gente crédula que acepta cada idea nueva sin cuestionársela. Empleamos el pensamiento crítico y creativo para descubrir grandes ideas nuevas mientras filtramos nuestras ideas indefendibles, sean nuevas o viejas. Somos conscientes de que para nuestro avance en un nivel individual y social necesitamos desafiar de forma crítica los dogmas y supuestos del pasado mientras resistimos a los engaños populares del presente.
No aceptamos autoridades intelectuales últimas. Ningún individuo, institución, libro ni principio único puede servir como la fuente o patrón de verdad. Toda creencia es falible y debe ser puesta a prueba y en duda. No aceptamos la revelación, la autoridad o la emoción como fuentes fidedignas de conocimiento. Damos poco peso a reivindicaciones que no pueden ser probadas. Confiamos en el juicio de nuestras propias mentes mientras reexaminamos constantemente nuestros propios patrones y capacidades intelectuales. Aquellos pueden aportar información útil y jugar un papel legítimo en el pensamiento. Pero no consideramos a los sentimientos e intuiciones como autoridades irreductibles e incuestionables. Las consideramos un proceso de información inconsciente, cuya precisión es incierta.
Buscamos el conocimiento objetivo y la verdad. Mantenemos que podemos conocer la realidad, y que a través de la ciencia la mente humana puede superar sus prejuicios cognitivos y sensoriales para descubrir el mundo tal como es en realidad. Los humanos somos dignos de estar orgullosos de lo que hemos aprendido, pero deberíamos asumir cuánto nos queda por aprender. Confiamos en nuestra capacidad para avanzar en nuestro conocimiento pero tenemos cuidado de nuestra tendencia humana a aceptar y defender cualquier explicación cómoda.

ConclusiónEstos principios no pretenden ser reglas impuestas a los demás. No son la aprobación de determinadas tecnologías. No son afirmaciones definitivas e inalterables. No se ofrecen como verdades absolutas. Expresan los valores y actitudes comunes a los extropianos, así como la decidida búsqueda de nuestros objetivos personales en juego.
Referencias:- Extropy Institute. http://www.extropy.org
Próxima entrega:En la próxima entrega, nos enteraremos de qué posición adopta el transhumanismo frente a la inevitable serie de preguntas habituales que pueden surgir tras la lectura de una declaración de principios como la que acabamos de leer.
¿Qué dice el transhumanismo sobre…?


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Los posthumanos llegaron ya...
La science fiction aterriza en los terrenos de la ciencia, la cultura y la filosofía

DISCOS-Las más hermosas flores LA CUERDA FLOJA-Lenine LOS RAROS-Saint John Perse ENTREVISTA A... LIBROS-Ante la temible mirada, El Silencio de los Peces EL CUENTO-El parque La luneta indiscreta-Una mordaza a su medida POESÍA-La Estrella de Cuba I -Premio de Ilustración José Luis Posada



Por Rafael GrilloLas otras ciencias, por mucho que intenten razonar sin la filosofía, sin esta no pueden llegar a poseer en sí mismas vida, espíritu y verdad.
HegelFenomenología del Espíritu
La parafilosofía o “pensar la posthumanidad”
En sus conciertos de la gira “Kylie Fever 2002”, la Minogue surgía del suelo del escenario con su espléndida humanidad disfrazada por casco y escafandra mientras, alrededor suyo, bailaban seres cubiertos con raras máscaras y vestimentas artificiales. La euforia de la popular cantante techno con su entorno futurista es la misma que exhiben estas palabras de Dyaz (Mundo Artificial, 1998): “No me importaría que me crecieran alas, o propulsores a chorro en las axilas, o que fuera capaz de respirar metano y amoniaco para poder colonizar Venus. Y si el problema es que ya no seguiré siendo un Hombre, en ese caso que los lingüistas y los filósofos busquen nuevos términos”.
Este autor posee un dionisíaco optimismo hacia la clonación, la biónica y la cibernética, y se atreve a poner fechas de cumplimiento para asombrosos acontecimientos. Aquí van tres de ellas:
2022: La ONU concede al ciberespacio la categoría de séptimo continente.
2088: Renacimiento de Beethoven, a través de una clonación.
2100: Muerte y disección del último ser humano.
Aunque puedan parecer insólitas tales predicciones, otros pensadores hacen planteamientos similares. Las tesis de Dyaz encajan dentro de una nueva vertiente que se está ocupando de hacer fabulosas proyecciones sobre los entornos físicos, sociales, biológicos y culturales del futuro humano.
Contra estas especulaciones pueden alzarse argumentos escépticos que, haciendo un paralelo, asemejan su situación a la de la Parapsicología. Recuerden que esta se ha defendido como ciencia para tratar de prestigiar a los fenómenos psi o paranormales, y a bizarras cualidades de la mente humana (tales son la telepatía, la telekinesis, la proyección del cuerpo astral, la precognición, etc.) todavía en trámites de confirmación.
De ahí que bien pudiera hablarse ahora del nacimiento de la Parafilosofía, que agruparía a todos esos pensadores cuyas visiones se adelantan a hechos que deberán esperar algún tiempo antes de ser validados por los alcances de la ciencia y la sociedad.

Club filosófico “La bola de cristal”
Alvin Toffler afirma que el mundo se mueve con velocidad hacia la “Cuarta Ola”, donde los seres humanos van a convertirse ellos mismos en posthumanos con la incorporación de los avances tecnológicos sobre sus propios cuerpos.
Se avista un futuro en que la Humanidad dejará de ser la única forma de vida consciente sobre la faz de la Tierra y deberá arreglárselas para convivir con otras nacidas de ese ímpetu regenerador. Ray Kurzwell especula que pronto la inteligencia artificial y las formas de vida artificiales darán alcance a las capacidades humanas.
Pentti Malaska, ex presidente de la Federación Mundial de Estudios sobre el Futuro (WFSF), durante un discurso de 1997, describía el surgimiento de varias generaciones de no humanos salidos de la integración científico tecnológica en las cadenas de producción. Junto a los bio-orgs, organismos biológicos naturales como el hombre —dice él—, existirán los cyborgs, híbridos biológicos y orgánicos, como Robocop, que además de habitar el entorno terrestre podrán extenderse al espacio cercano; los silorgs, organismos de silicio con un ADN artificial, es el caso del robot de Alien, diseñados básicamente para conquistar el espacio exterior; los symborgs, organismos simbólicos, programas vivientes y auto-conscientes, similares a esos que controlan las naves espaciales en el cine de ciencia ficción o al Oráculo de Matrix, que encontrarán en Internet su hábitat natural y utilizarán las interfaces para comunicarse con las demás especies; y el “Gran Padre Internet” o “Cerebro Global”, un intelecto superior surgido de la interconexión entre todas las inteligencias naturales y artificiales. Otro miembro de WFSF, Paul Wildman, adiciona los geborgs, que serán los organismos resultantes de la manipulación de sus genes, y los tecnoborgs, una forma de vida diseñada siguiendo el modelo de los insectos, con un esqueleto externo.
Algunos hasta se han apresurado a abogar por Los derechos de los robots (Phil Mc Nail y Sohail Inayatullah, 1987) o publicado Un Manifiesto Cyborg (Donna Haraway, 1984). Uno de los padres de la inteligencia artificial, Marvin Minsky, se pregunta: “¿Heredarán los robots la Tierra?” (Scientific American, 1994).
Este abigarrado futuro parece inevitable si aceptamos las tesis de Gregory Stock (Redesigning Humans. Our inevitable Genetic Future, 2002). Él es rotundo: “Nada ni nadie podrá parar la revolución genética: ni la selección de los genes de un embrión, ni la ingeniería de las células germinales, ni siquiera la clonación”. Y no se asusta de lo que vaya a pasar. Como consuelo para los que se estremecen con los cambios, no los ve tan inmediatos como sugieren libros y películas. Cree que el tiempo y la madurez de la sociedad impondrán el ritmo de asimilación y despejarán todos los traumas y dilemas morales que ahora los enturbian.
Más alto, más fuerte, más lejos
En la mente de estos visionarios hay una meta que creen ineludible para el ser humano. Los superhombres obtenidos en la manipulación genética y la clonación, y todas las criaturas posthumanas salidas de la forja tecnocientífica, tendrán la mira puesta en las estrellas.
En el libro Visiones (1998), Michio Kaku adelanta el paso a paso de la humanidad hacia la conquista del espacio exterior. Para él, uno de los padres de la teoría física de las cuerdas, no es este un proyecto voluntarista del hombre sino un proceso necesario para conseguir la energía que irá precisando en su impulso civilizatorio. Explica que estamos todavía actualmente en la civilización de tipo 0, y deberemos transitar hacia las tipo I, II y III.
Nuestra etapa concluye con el agotamiento de todos los recursos energéticos convencionales, incluyendo los combustibles fósiles. La siguiente, tipo I, se distingue por la explotación global de la energía que se obtendrá de los océanos, la atmósfera y las profundidades del planeta. Será reemplazada por la tipo II cuando se expriman al máximo todos los recursos energéticos de La Tierra. A partir de ese instante, la energía se tomará del Sol y ya para entonces existirá una Federación Unida de Planetas como la que se presiente en la serie de filmes La Estrella Viajera.
La civilización que advendrá después, la tipo III, se desenvolverá para entonces en un universo inconmensurable en cuanto a la actual comprensión. Nos valdremos de la “energía Planck” para atravesar el tejido espacio-temporal y serán cosa de todos los días los viajes interplanetarios. Kaku llega hasta plantear civilizaciones de tipo IV, pero en esas ni los ojos más potentes pueden asomarse a ver.
Todos estos escalones deberán subirse, por supuesto, luego de acatar previamente las revoluciones informática y cibernética, biotecnológica y genética, electrónica e industrial que ahora se nos avecinan.

Pero... ¿quién cortará el bacalao artificial?
Un grito de alerta, y no en el cielo sino en el suelo, han lanzado muchos ante estas predicciones. Bastantes conflictos a ras de tierra enfrenta todavía la humanidad para enternecerse con ensueños futuristas.
La preocupación es obvia: en un mundo con tantas desigualdades en la repartición del poder económico, militar, político y tecnológico, los débiles saben encontrarse demasiado apartados para que les toque algo de un pastel que sólo pueden cocinar los hacedores de esa tecnología de punta. Hambre y miserias elementales no les dejarán aún levantar la vista mientras una “raza nueva” potenciada por los inventos sigue profundizando la brecha.
De ahí que ante los fanáticos de la tecnología, aquellos que creen que todos los problemas se resuelven con más tecnología, se alce a nivel mundial un frente contrario, que tras la trinchera de la antiglobalización pronuncia críticas y nociones alternativas. Diseñar un futuro a una medida más humana, simplificar los estilos de vida tan dependientes hoy de la tecnología, aplicar el “consumo responsable”, “precios justos”, “marketing social”, la “banca ética” y el “desarrollo sostenible” son sus estandartes.
También en el Primer Mundo se habla de buscar un “contrapeso humanista” a la avalancha tecnológica. Se divulga la idea de tender hacia “una nueva espiritualidad” y el “cambio global de mentalidad”, calcular los riesgos, revitalizar el pensamiento ético, no cejar en las preocupaciones ecológicas y aumentar la sensibilidad mundial hacia los desposeídos. Dos variantes contrapuestas toman gran importancia en la lista de posibles soluciones: ¿“Evolucionismo consciente” o “Control Social de la Tecnología”?
Stock es uno de los partidarios de la primera. A diferencia de lo que supuso la energía nuclear —argumenta—, las nuevas tecnologías genéticas no entrañan el peligro de la destrucción masiva de personas. Por eso aboga a favor de no legislar sobre el derecho de cada quien a que se alteren sus genes o se permita la manipulación de los embriones. Apuesta por la creación de un “libre mercado de los genes” y la libertad de elección de los individuos, aunque no desdeña una modesta supervisión de la sociedad y sí insiste en fortalecer los mecanismos de aprendizaje social.
Detrás de esta opción puede estar la convicción —¿candorosa?— en tesis como las de Paul Kurtz acerca de “una ética natural que regula el comportamiento de la especie humana”. Según este profesor de Filosofía en la Universidad de Nueva York, la moralidad está arraigada en las “cualidades morales básicas” (nombra así a la “integridad personal, la honradez, la benevolencia hacia los demás y la ecuanimidad”), que serían compartidas universalmente por ser esenciales para la supervivencia de cualquier comunidad humana. Ellas tendrían su origen en las necesidades genéricas de la humanidad, se han conformado en la larga lucha evolutiva por la supervivencia y podrían tener una base sociobiológica.
Del otro lado están aquellos, tal es el caso del controvertido Fukuyama, que ven con positividad los avances técnicos pero sugieren la necesidad de una evaluación social de los posibles peligros de una tecnología, el establecimiento de pautas legales, así como su planificación, regulación y control.

La New Age transhumana
Como puede suponerse, tales proposiciones han llegado hasta el universo de la espiritualidad y la fe, la creencia y el sentimiento religioso, para provocar una gran conmoción entre teólogos y practicantes de las religiones universales, las sectas milenaristas y grupos religiosos de muy diversas tendencias.
Ahora que los misterios de la divinidad y la Creación, el acceso a la eternidad y las justificaciones de la vida y la muerte podrían ponerse a la vista, se diversifican las posiciones de los caballeros del consuelo trascendental. La Iglesia Católica responde indignada ante la supuesta ofensa a su Dios. Surgen líderes, como Raël, en pos de acólitos que le acompañen en su búsqueda de la inmortalidad mediante la clonación. Los que tienen en el bolsillo lo suficiente para garantizar un despertar en el mañana sin enfermedades se disponen a congelar su cuerpo (criogénesis).
Una postura moderada defienden teólogos como Antonio Rodríguez y Marta González, quienes prefieren ponderar los beneficios que se advienen en el orden social y corporal e interpretan el encandilamiento por la tecnología como una respuesta a la “crisis teológica del fin de milenio”. En la nueva situación ven una posibilidad continuadora del espíritu humanista que alumbrara la New Age en los años 60, siempre que “al transhumanismo tecnológico se le adicione el transhumanismo espiritual”, la verdadera revolución de la conciencia.
“La trascendencia tecnológica sola no es trascendencia real” —dicen. “Es un movimiento espacio-temporal, en el eje horizontal. No se mueve en el eje vertical”; por eso no puede ser un crecimiento auténtico: hacia arriba y hacia la posesión del ser.

Transhumanos, posthumanos: resumiendo...
No es fortuito el trazo de este amplio movimiento que arrancó con el advenimiento en el siglo XIX del género de ciencia ficción, vinculado estrechamente al despegue de la revolución científico técnica, y continuado a lo largo del XX hasta los albores del XXI, abarcando luego las repercusiones de los más recientes avances tecnológicos dentro de la misma ciencia, las artes, hasta llegar a la especulación filosófica y la teología.
Han ido quedando expuestas las premisas que explican la aparición de un nuevo paradigma de comprensión de la realidad y proyección de los futuros del hombre, el cual se supone irá profundizándose durante el nuevo milenio. Transhumanismo o Posthumanismo son los nombres con que indistintamente los recoge por ahora la bibliografía. Más adelante será conveniente ahondar en este punto del calificativo, pero primero merece que se aclare de una vez su esencia.
La World Transhumanist Association alega que el transhumanismo es un enfoque radicalmente nuevo en el pensamiento dirigido hacia el futuro cuya premisa básica es:
“La especie humana no representa el final de nuestra evolución, sino el principio.”
Para trans o post el “Postulado Tecnológico” se da por supuesto: estamos entrando en una era totalmente nueva de la historia de la humanidad a través del desarrollo acelerado de la tecnología y el conocimiento científico. Predicen un nuevo salto evolutivo, no ya con la lentitud y reglas de la selección natural sino brusco, forzado mediante las posibilidades generadas por la ingeniería genética y la simbiosis hombre máquina.
El transhumanismo sería el seguimiento razonado de los movimientos mediante los cuales el ser humano alterará su condición biológica para superar las limitaciones que posee aún por razones de su naturaleza. Abarcaría igualmente el estudio de los peligros potenciales del uso de la ciencia, la fabricación de pronósticos o la reflexión sobre los métodos y los dilemas éticos y legales implicados en tal evolución.

Transhumanos de todos los países, uníos
Dentro del pensamiento transhumanista hay una rama o versión específica muy ilustrativa: el Extropianismo. Ellos, o sea los extropianos, son los que buscan el crecimiento de la Extropía, cualidad definida como: “la difusión de un sistema de inteligencia, información, orden, vitalidad y capacidad de perfeccionamiento”; y se rigen por los Principios Extropianos dictados por su dirigente Max More.
Estos son: “progreso constante, auto-transformación, optimismo práctico, tecnología inteligente, sociedad abierta, autogobierno y pensamiento racional”. Que significan, básicamente, la apuesta por extender infinitamente la vida propia y la sabiduría; el refinamiento físico, intelectual y moral; actuar con expectativas positivas, no con fe ciega o pesimismo paralizante; la aplicación creativa de la tecnología, vista no como fin en sí mismo sino como medio para la mejora de la vida; apoyar órdenes sociales de poder descentralizado; defender el pensamiento independiente, la responsabilidad personal, el respeto a los demás; y creer en la razón humana y no en una autoridad religiosa externa.
De lo cual se desprende que el transhumanismo es algo más que una teoría. Es una visión del futuro, una actitud en la vida diaria y una misión en lo trascendente. Y es un movimiento en plena expansión. Los transhumanistas se agrupan, fundan instituciones. Las hay no sólo en EE.UU, también en Francia, España, Venezuela. Se extienden ya por continentes y lenguas.
Su propósito es alcanzar el Ser Posthumano: “Persona de capacidades físicas, intelectuales y psicológicas sin precedentes, auto dirigida, auto constituida y potencialmente inmortal”.

Evolución sin revolución
El transhumanismo suele presentarse a veces como una extensión del humanismo, y otras como su negación.
El humanismo filosófico creía en una naturaleza humana, más o menos inalterable pero sólo desde el ángulo biológico, pues sus potencialidades, aún no demostradas cabalmente, debían desenvolverse en la Historia, sujetas a la renovación continua de las estructuras sociales. Y, en todo caso, al concebir la evolución humana como un proceso bio-social, sostenido a lo largo del devenir histórico, se puede inferir que asumiera las nuevas condiciones de alteración del organismo humano siempre que fueran justificadas por el bienestar individual o social y estuvieran soportadas por la igualdad de derechos para todos los miembros de la comunidad humana.
Por el contrario, el posthumanismo no presta tanta atención a las evoluciones social y cultural, deja casi intacto el problema de las injusticias del orden social, y se aferra encarnizadamente a promover el cambio en su sentido biológico. También subestima la educación, método predilecto de los humanistas, para sustituirlo por medios tecnológicos que borrarían nuestras incapacidades.
Además, el optimismo, quizás demasiado precoz y desmesurado en esas posibilidades evolutivas, lo asemeja a una nueva versión del ya una vez denostado evolucionismo.1 Incluso la noción de “Progreso”, que hasta el reciente postmodernismo —muy afín, sin embargo, al posthumanismo como se verá luego— había tildado de inoperante en la modernidad, regresa aquí. Aunque solapada, cubierta bajo el manto de una nueva y risueña “evolución”.
Renegando a todas luces de las leyes de la selección natural descritas por Charles Darwin, arrancándole la herencia de las manos a la naturaleza, y también a espaldas del determinismo de la relación del organismo con el ambiente —defendida alguna vez por los neolamarkianos—, de todos modos no aclara aún cómo podrá zafarse del estigma de la supervivencia del más apto hasta tanto no se haya resuelto la cuestión del acceso a las bondades de la manipulación genética para todas las personas.
Para colmo, explosivas hipótesis contemporáneas, como la de la “selección sinérgica” —aún con sus reminiscencias del añejo vitalismo2—, cuando es aplicada a la complejidad de las sociedades humanas de hoy y mañana, aumenta la incertidumbre.
La sinergia3 es descrita por el Dr. Peter A. Corning como un efecto ubicuo de la naturaleza, sin arreglo a ley, referido a los resultados impredecibles de la cooperación o combinación de distintas fuerzas o elementos en un contexto determinado. Vista dentro de la causalidad del proceso evolutivo podría mostrar tanto su perfil agradable como el lado oscuro, la sinergia negativa o disergia.
Creación o destrucción... por lo visto, todavía seguiríamos bajo el yugo terrible del azar.

¿Trans o post?... Volvamos a esa cuestión
“La especie humana puede, si así lo quiere, trascenderse a sí misma, no sólo de manera aislada, un individuo aquí, otro allí, sino en su totalidad. El hombre, permaneciendo hombre, pero trascendiéndose a sí mismo, actualizando nuevas posibilidades de y para su naturaleza humana”. Estas palabras pertenecen a Julián Huxley y datan de un ya lejano 1957 (New Bottles for New Wine). Y exhortaba: “Necesitamos un nombre para esa creencia: tal vez transhumanismo sirva. Yo creo en el transhumanismo”.
Tal como se presenta en esta referencia primaria, y como lo sugiere la propia palabra transhumanismo, este término parece más aplicable en el sentido de una transformación de la naturaleza humana sin tener que hacer volar en pedazos su esencia. No tiene el aura radical que acompaña al de posthumanismo.
Ya lo ha revelado sagazmente Mauricio Bares: “El posthumanismo no sólo se define por la aparición de cyborgs e inteligencia artificial en nuestra cotidianidad, sino por la muerte del hombre”.
Además, el parecido del título nos trae inmediatamente asociaciones con otra corriente filosófica que extendió no pocos certificados de defunción. Robert Peperell lo termina de sugerir en The Post- Human Condition (1995), al usar la paráfrasis del libro fundacional de J. F. Lyotard, La condición posmoderna (1979).

De un post al otro: Qué paso más chévere
No puede ser casual, o conversión gratuita, que el mismo autor posmodernista que dio sepultura a la historia (The End of de History and the Last Man, 1989) la haga renacer más tarde en una nueva era (Our Posthuman Future, 2002). Claro que el pregonado “Apocalipsis” de Francis Fukuyama no fue una ingenua profecía de la desaparición de la Humanidad.
Era más bien un ingenioso encubrimiento del intento de condenar al fracaso cualquier teoría política o económica que se opusiera al despliegue de la ideología liberal, de capitalismo globalizado y transnacional, que sólo libera en favor de los que detentan poder económico y tecnológico, y despeja el camino para la dominación cultural. Y así lo entiende David Carrión quien llama “posthumanismo económico” a la nueva forma de dominación del Imperio.
Antes de hacer su radiografía de la hipocresía del capital, que publicita bellos amaneceres en Marte sin mirar hacia la oscura noche de la Tierra, declara: “El sistema económico se ha hecho posthumanista desde que ha comenzado a funcionar con plena autonomía sin referencia a las necesidades humanas, a cuyo servicio estaba inicialmente”.
“El hombre dejó de ser la medida de las cosas” —así lo expresa Bares—, y su “cuerpo inerte se muestra como una metáfora negra de la muerte del humanismo”. Mas aclara que se trata, por supuesto, de “la muerte del hombre como concepto, como discurso”.4 Tal como fuera en Michel Foucalt, el adelantado. Y como “la muerte del lenguaje” para Roland Barthes, la “abolición de la realidad a favor del simulacro” según Jean Baudrillard, o “la crisis de los metarrelatos” en J. F. Lyotard, y otros sacrificios que los filósofos hicieran sobre el altar posmodernista en el impulso por “deconstruir los sistemas” (Jacques Derrida).
Y cuando ideología, nación, familia, ética, historia, religión, todos los sistemas construidos por el hombre para justificarse a sí mismo quedan abolidos, sólo queda el vacío y la incertidumbre, y el ansia por nuevas ideas y creencias que ayuden a enfrentar el veleidoso destino humano.
Si valores ciertos y originales tiene entonces el pensamiento poshumanista, el mayor debe ser la pretensión de revertir el signo. Ante la negatividad radical del posmodernismo, el posthumanismo va a mostrarse como una positividad, como un sendero especulativo para sacar del desconcierto al ser humano real.
Sólo que pudiera temerse estuviera haciéndolo desde el interior ciego de ese mismo vacío. O demasiado absorto, quizás, por atravesar un distante hueco negro sin rellenar antes el cráter que dejó una bomba de última tecnología, lanzada desde un avión de última tecnología. Que a su vez salieron, por cierto, del mismo sofisticado laboratorio donde quieren hallar las soluciones para el futuro del hombre.

Se trasladan fecha y lugar del combate
Para no pecar de extremistas contra los posmodernos, reconozcamos que cuando más fuerte se escucharon sus escandalosos alaridos (décadas de los 80 y 90), el panorama filosófico mundial estaba bastante adormilado por el sopor estupefaciente del estructuralismo y otras “teorías burguesas”, y el conformismo de una legión de marxistas que no atinaban a encarar las deformaciones que el “socialismo real” hizo a la teoría.
Se encendió entonces la famosa polémica “modernidad vs. posmodernidad” que a la larga se ha traducido en algunos provechosos reacomodos de doctrina a las nuevas realidades y diversas variantes de resistencia al “pensamiento único” o la dominación “poscolonial”.
En los inicios de este milenio, junto a la necesidad acuciante de reflexión sobre ataques terroristas y sus consiguientes respuestas agresivas y desmesuradas, que ponen en peligro real la supervivencia de la humanidad; también el debate sobre los destinos de la ciencia y su aplicación en el diseño del futuro del hombre va ganándose un espacio importante.
La arista que le da más relevancia al asunto está en reconocer, de entrada, que sentidos tan altos como la dignidad y la libertad humanas se ponen en juego. El hecho de que la aleatoriedad, y no la intervención de otro ser, decide nuestra constitución genética es hoy una garantía de libertad. No somos objetos, sino personas. Ello demanda no ser tratados como una cosa, como productos diseñados por una voluntad ajena. Y es este el significado de la dignidad humana.
Vuelven a armarse dos bandos pertrechados con agudas proposiciones. Se dividen en posthumanistas y sus detractores. También están los que permanecen en las medianías. No por gusto la contienda ha atraído a supercompletos del pensamiento mundial.

Esquina roja, esquina azul y el rinconcito neutral
El escenario es paradigmático: la misma Alemania que parió a Hegel, Marx y Nietzsche. Aquella en que los nazis declararon la superioridad de una raza y arrastraron al mundo entero a la guerra y la muerte.
Los contendientes filósofos son exquisitos: Peter Sloterdijk (1947), que publicó en 1983 la Crítica de la razón cínica, el libro más leído y debatido en su país y que lo catapultó a la fama mundial versus Jürgen Habermas (1929), quien es el último gran descendiente de la influyente Escuela de Frankfurt, y el hombre que mejor resistió a los posmodernistas con su tesis de “la modernidad como un proyecto inacabado”.
Sloterdjik irrumpe con Normas para el parque humano (España, 2000). Este libro, al que se le apuntan valores literarios junto al intelectual, desató el escándalo por declarar el fracaso del humanismo al que tilda de “utopía de la domesticación humana”. Con una visión ampliamente optimista de la nueva realidad tecnológica y partidaria de la selección genética, se le ha atribuido cierto coqueteo con la fantasía nietzscheana del superhombre y una analogía de la sociedad moderna con un parque zoológico humano en el que una élite de supuestos sabios planificara la vida de los demás con espíritu de empresa. A la filosofía le impone como tarea repensar la esencia de lo humano sin temor a separarse de la “caduca” tradición humanística.
Habermas abandona el “abstencionismo filosófico”, utilizado antes como estandarte para no arbitrar sobre dilemas morales particulares, pues considera que el nuevo problema concierne a cuestiones que afectan a toda la especie humana. Llama a Peter un “John Wayne de los intelectuales” y riposta con El futuro de la naturaleza humana (España, 2002). “Los que defienden formar una nueva élite mediante selección genética no son mejores que los que quisieron crearla a partir de una raza” —dice. “Los hombres sólo son libres e iguales si no han sido predeterminados genéticamente”.
Intercambian entre ellos con muchos otros argumentos “pesados”. Mientras, resulta difícil para cualquier ser humano pelearse con la ciencia que aligera el trabajo, dispensa comodidades y cura enfermedades; aunque sea la misma que incorpora monstruosidades a la guerra o la que hace aumentar el desbalance entre las riquezas que atesoran los dueños de la tecnología y las carencias de los desposeídos.
“El Mal no está en la propia ciencia. Sino en quién o cómo la utiliza”. El viejo argumento de la neutralidad subsistirá aún, servido para nosotros, los todavía humanos, los simples mortales.

Tres vidas ejemplares (a modo de conclusión)
El filósofo.
En 1961, el mismo año de la invasión a Cuba por Bahía de Cochinos, y en un momento crucial de la Guerra Fría y la confrontación Kennedy-Kruschov, un Premio Nóbel y destacado filósofo es encarcelado, a pesar de sus 89 años de edad, por participar en una manifestación contra la carrera nuclear. Fue esa situación la que empujó a Bertrand Russel para escribir ¿Tiene futuro el hombre? En ese libro abogaría por una conciencia mundial en favor de la paz, la solidaridad y la compartición del poder y los conocimientos científicos entre todos los seres humanos.
El científico.
El más famoso científico del siglo XX y de la historia, Albert Einstein, aquel que fuera el creador de la teoría general de la relatividad y la hipótesis sobre la naturaleza corpuscular de la luz, se dirigió en una carta de 1932 a Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, para preguntarle con humildad: “¿Existe algún medio de librar a la humanidad de la amenaza de la guerra?” y reconoció que habían sido los adelantos de la ciencia moderna, a la que él mismo pertenecía, los culpables de que este problema significara una cuestión de vida o muerte para la civilización.
El escritor.
Julio Verne comenzó en la literatura haciendo loas a la ciencia y el progreso en novelas como Cinco semanas en globo (1863) o Viaje al centro de La Tierra (1864). Pero sufre luego un cambio sustancial desde Los quinientos millones de la Begún, en 1879. Al morir en Amiens, el 24 de marzo de 1905, estaba trabajando todavía en una novela que se llamaría La invasión del mar en la que las aguas arrasarían Europa sin que pudiera evitarse. Una novela publicada póstumamente, El eterno Adán, habla de un cataclismo mundial que deja pocos supervivientes, los cuales sufren un período de retroceso hacia el salvajismo.
Mas a pesar de estas anticipaciones, sobre el lecho de muerte, el francés le expresa a los familiares que lo rodean, incluido el hijo de su amigo y editor Hetzel, esta simple y grande petición: “Sed buenos”.

NOTAS:

1—. Bajo este término la historia de la filosofía recoge las doctrinas que ven en la evolución el rasgo fundamental de todo tipo de realidad y, por lo tanto, el principio adecuado para explicar la realidad en su conjunto. El Evolucionismo arranca con Spencer y su ensayo de 1857, Progreso. Dentro de estas teorías, evolución significa esencialmente progreso y su visión es siempre optimista. (Nicola Abbagnano, Diccionario de Filosofía, Ediciones R, La Habana, p. 483). La biología desechó rápidamente esta noción al encontrar en la naturaleza hechos que la negaban. En la literatura, Wells la rechazó con su Máquina del Tiempo.
2—. “Magia de la naturaleza”, llama Korning a la sinergia, y aquí el principio espiritual, que actúa domeñando a la materia en su evolución con arreglo a una finalidad (teleología) determinada, como en la teoría del élan o impulso vital de Bergson (1907), es sustituido por un efecto natural, inconsciente e impredecible.
3—. Estos son unos pocos ejemplos para comprender qué es la sinergia.
En la física: El centro de gravedad de un automóvil es un efecto sinérgico, depende de cómo se distribuye el peso combinado de todas sus partes. Si desmontamos el coche en sus múltiples piezas el centro de gravedad desaparece.
En la medicina: El efecto producido por el uso combinado de atropina y prednizona juntas para tratar enfermedades oculares. La atropina dilata los ojos de tal forma que la prednizona, un fuerte antinflamatorio, pueda actuar con mayor efectividad.
Uno aparentemente muy elemental, dentro de la complejidad humana: está claro que una pareja no es la suma simple de las personalidades individuales de sus miembros. El efecto sinérgico de la unión amorosa de dos seres humanos puede ser ¡explosivo!
4—. Tal como el grito de “Dios ha muerto” no significó su asesinato real, sino que así tomó voz en Nietzsche el sentimiento de una pérdida que encontraba en los hombres de su tiempo. En esa misma línea no deben sobredimensionarse los planteamientos de los posmodernistas. Ni tampoco culparles del caos, pérdida de valores y la totalidad de los males de esta era de posmodernidad que ellos anunciaron en sus textos.

ACLARACIÓN Y FUENTES
Ante algunos que piensan a Internet como “padre del error”, vale advertirles que la ignorancia es “la madre”. Por eso, ante la falta de libros y artículos publicados en Cuba sobre el tema y la dificultad de adquirirlos del “espacio exterior”, utilicé como fuente de la mayoría de las informaciones recogidas acá a los sitios web que cito a continuación. Discúlpenme entonces cualquier dato equivocado. Aclaro, además, la pertenencia de dos ideas, con las cuales sí me responsabilizo totalmente por no ser tomadas de las fuentes investigadas. Una de ellas es la de llamar Parafilosofìa a esta vertiente de reflexión. La otra es la conexión sugerida entre Posmodernismo y Posthumanismo.
Tendencias Científicas (revista que se promueve como “La dimensión humana de la ciencia, la dimensión científica de lo humano”), www.tendencias21.net
1—. World Transhumanist Association (Asociación Transhumanista Mundial),
www.transhumanism.org
2—. World Future Society (Sociedad Mundial del Futuro), www.wfs.org
3—. Transhuman Institute,
www.transhumaninstitute.com
4—. Jetpress (Revista de Evolución y Tecnología), www.jetpress.org
5—. Fastra (Asociación Transhumanista de España), www.fastra.org
6—. The Incipient Posthuman (El Posthumano Incipiente),
www.incipientposthuman.com
7—. Transhumanity (noticias y visiones de la comunidad transhumanista),
www.transhumanism.com
8—. Betterhumans (noticias transhumanistas), www.betterhumans.com
9—. KurzweilAI.net (página de inteligencia artificial de Ray Kurzweil),
www.kurzweilai.net
10—. Mauricio Bares,
www. posthumano.blogspot.com
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3 comments:

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